En el pleno municipal, celebrado este jueves 26 de enero, el Ayuntamiento ha expresado su objetivo democrático, plasmado en una moción aprobada con los votos de los concejales y concejalas del equipo de gobierno, de “fomentar la libertad de conciencia, así como su independencia como institución del Estado de cualquier confesión religiosa o ideológica, por respeto a la pluralidad de convicciones y creencias del conjunto de la ciudadanía”.
En la Moción defendida por el concejal Jordi Peris se han incluido matizaciones respecto a la propuesta inicial de Valencia en Comú. Además se ha hecho un receso para intentar consensuarla con el resto de los grupos, pero no se ha llegado a un acuerdo. Finalmente se han expresado en contra el grupo Popular y Ciudadanos, y se ha aprobado con los votos del Gobierno Municipal.
En esta moción, Jordi Peris ha expuesto que “la laicidad es una seña de identidad del poder civil, la libertad individual y la democracia. Se considera que cada persona es titular del derecho a la libertad ideológica y a sus propias convicciones y creencias”. En palabras de Peris, “esta moción no va en contra de la religión como creencia, defendemos la laicidad respecto a cualquier confesión desde la independencia, el respeto, la pluralidad y la concordia”.
El Ayuntamiento se ha pronunciado también a favor de que se modifiquen las leyes y acuerdos estatales pertinentes, con el fin de eliminar las exenciones fiscales de los tributos municipales otorgadas a las confesiones y entidades religiosas.
El objetivo de la moción es “separar el ámbito civil y religioso de la vida municipal”, ha expresado Peris. ”La intención es promover una neutralidad que facilite la convivencia y esta es una tarea en la que esta Corporación quiere implicarse”.
Previamente al debate ha intervenido Raquel Ortiz, en representación de Valencia Laica-Europa Laica, quien se ha referido a la necesidad de “garantizar la libertad de conciencia, que pasa por neutralizar y no llevar la simbología de las creencias como forma democrática de organizar las instituciones”.
La Moción expone que los reglamentos municipales de honores y protocolos y de sus entes públicos se adecuarán a la “no confesionalidad del Estado”, principio amparado en la Constitución artículo 16.3. El Ayuntamiento no organizará de forma oficial ritos y celebraciones religiosas, sólo los de carácter civil, salvo aquellos que suponen un legado cultural y festivo y un bien patrimonial e histórico contrastado.