Un grupo de siete internos del Centro Penitenciario de Picassent viajará a Roma este fin de semana para participar en el Jubileo de los Presos, una de las celebraciones más significativas del Año Jubilar. La iniciativa está impulsada por la Pastoral Penitenciaria, que acompañará a los reclusos en este importante viaje espiritual orientado a la reconciliación, la esperanza y la reinserción.
✈️ Una peregrinación histórica desde Picassent
Cuatro internos en tercer grado y tres en segundo grado formarán parte de esta peregrinación, encabezada por el director de la Pastoral Penitenciaria, el sacerdote Álvaro Ortiz, y por el responsable de reinserción, Víctor Aguado, junto a voluntarios y miembros del equipo pastoral.
El domingo, los peregrinos cruzarán la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro y asistirán a la misa presidida por el papa León XIV. Para las personas privadas de libertad, esta experiencia supone una oportunidad única dentro del calendario jubilar, que este año dedica una especial atención a su realidad y a su proceso de renovación personal.
🙏 Un viaje de fe, dignidad y crecimiento
Según explica Víctor Aguado, esta participación tiene una enorme importancia “a nivel espiritual y de crecimiento”, especialmente porque los internos han podido obtener las autorizaciones necesarias para viajar. “La dignidad de la persona sigue estando ahí, aun privada de libertad. Este viaje es un signo de que todavía pueden hacer cosas significativas y mirar al futuro con esperanza”, afirma.
La Pastoral Penitenciaria realiza un acompañamiento continuo a internos y familias, tanto durante su estancia en prisión como después de su salida, con especial atención a los procesos de reinserción y justicia restaurativa.
🌟 Indulgencia plenaria y camino de reconciliación
El Jubileo permite a los peregrinos obtener la indulgencia plenaria, un símbolo espiritual de perdón y renovación. Para los internos, explica Aguado, viajar al extranjero y participar en esta celebración es un “paso más en su proceso personal, emocional y de fe”, que les ayuda a comprender que es posible reconstruir su vida.
Uno de los participantes reconoce que la prisión ha sido para él “una forma fuerte de replantear y reconducir” su existencia. Señala que el acompañamiento espiritual ha sido clave para evitar caer en la desesperanza: “El perdón empieza por uno mismo. Sin una base de fe es muy difícil avanzar”.
Participar en el Jubileo, añade, es un gesto que refuerza su camino: “Estar cerca del Papa es algo increíble. Nunca he estado en Roma y para mí es una ilusión enorme sentirme más cerca de Jesús”.
🔄 Justicia restaurativa y reinserción social
La Pastoral Penitenciaria incide también en la necesidad de avanzar hacia una verdadera justicia restaurativa, que permita al interno comprender sus actos, rehacer su vida y recuperar su lugar en la sociedad. Aguado afirma que los estigmas sociales dificultan la reinserción: “Seguimos usando etiquetas como ‘ex preso’, que acompañan a la persona para siempre. ¿Por qué seguimos juzgando lo que ya ha sido juzgado?”.
El objetivo de su labor pastoral es ofrecer una vía para la reconciliación interior: “La esperanza no es solo un camino, es la meta. Las cosas pueden cambiar”.
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