VALÈNCIA, 1 Ago.- La exposición ‘Sin azul no hay verde’ pone de relieve las «amenazas» que sufre el Mediterráneo y los «tesoros» que conserva este mar, ya que es «uno de los puntos calientes de biodiversidad del mundo, pero también es uno de los mares más contaminados», en el que más de 260 especies ingieren basura marina –residuos plásticos, líneas de monofilamento, goma y papel de aluminio–.
La muestra se ha inaugurado este jueves en el Museo de Ciencias Naturales de València, donde permanecerá abierta hasta el próximo 31 de octubre. Ha sido presentada por la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Gloria Tello; el vicerrector de Investigación de la Universitat de València (UV), Carlos Hermenegildo; la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, y el alcalde de València, Joan Ribó; y el comisario de la muestra, el biólogo Juan Antonio Raga.
El comisario ha explicado que la exposición está orientada a mostrar el trabajo del proyecto de investigación europeo sobre basura marina, Interreg Medsealitter. «Hay que buscar mecanismos que nos permitan a todos los países del Mediterráneo que utilicemos la misma metodología para hacer análisis de macro y microplásticos», ha apuntado.
Asimismo, ha detallado que han escogido las especies indicadoras que propone la Comisión Europea, como la tortuga boba, el delfín mular y algunas especies que ingiere el ser humano, como la boga o las sardinas.
«No solamente existe el problema de los macroplásticos, también de los casi invisibles, que no por no verse son un peligro menor. Se acumulan en estos peces que en algún momento podemos comer, pueden afectar al ser humano», ha destacado.
La muestra está compuesta por diez paneles, siete en la zona exterior y tres en la interior. Además, cuenta con diversos cráneos de cetáceos, un nido de tortuga marina y auriculares interactivos. Las temáticas de los carteles son: características generales del Mediterráneo, áreas marinas protegidas, áreas protegidas del litoral valenciano indicando las especies más representativas, los cetáceos, tortugas marinas, Proyecto Medsealitter, basuras en el mar, impactos humanos en los cetáceos, impactos humanos en las tortugas, cofradías de pescadores y datos sobre la aportación de los pescadores.
REDUCIR «DRÁSTICAMENTE» EL RIESGO
La Directiva Marco de la Estrategia Marina europea considera la basura marina como uno de los más graves contaminantes del Mediterráneo. También en el Convenio de Barcelona, firmado por diferentes países, entre ellos España, se subraya la necesidad de controlar la contaminación marina con el fin reducir «drásticamente» el riesgo para la biodiversidad mediterránea.
La Unidad de Zoología Marina del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva (ICBiBe) de la UV, en colaboración con la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, ha participado en Interreg Medsealitter, que tiene como principal objetivo desarrollar, probar y aplicar protocolos eficientes y rentables para analizar y gestionar el impacto de la basura en la biodiversidad del mar. Se trata de un proyecto piloto, implementado en cuatro países -Italia, Francia, España y Grecia-, en el cual participan 11 socios.
El proyecto ha concluido con «resultados contundentes», tras cuantificar la ingesta de desechos marinos en tortugas bobas recolectadas a lo largo de 20 años (1995-2016) en aguas del Mediterráneo occidental; y deja establecido un protocolo estandarizado común que fortalece la efectividad de los planes destinados a buscar soluciones al problema del impacto de la basura marina en la biodiversidad de la cuenca mediterránea.
«GRAN BASURERO»
El primer edil de la ciudad ha señalado que el Mediterráneo «baña nuestras costas y da nombre a nuestra cultura, a nuestra forma de ser y hasta de alimentarnos, se ha convertido cada vez más en un motivo de preocupación». «Cuando se denuncia que lleva camino de convertirse en un gran basurero, y especialmente cuando en él mueren centenares de seres humanos que buscan libertad y una nueva vida que muy a menudo se les niega», ha resaltado Ribó.
«El plástico es un elemento que está afectando a muchas especies y también a la especie humana. Es una exposición que nos puede ayudar a concienciar de la necesidad de cuidar nuestros mares, además, tenemos que tener un tratamiento especial con el plástico y luchar por mantener la biodiversidad de todo el mar mediterráneo, en este caso, y también respetar los derechos humanos de todas las personas», ha añadido.
Por otro lado, Mollà ha subrayado la necesidad de «impulsar medidas más eficientes para preservar la flora y fauna mediterráneas».
Fuente: EUROPA PRESS