La reforma de las pensiones aprobada por el Congreso el pasado jueves promete reportar beneficios a más de 3 millones de pensionistas. La ganancia podría aumentar hasta el 30% en un plazo de menos de 4 años. Ya no solo se mantendría el poder adquisitivo independientemente de la inflación gracias a la nueva fórmula de revalorización, sino que además aumentará el poder de compra, gracias a los incrementos adicionales.
La nueva batería de medidas establecidas por el ministro José Luis Escrivá incluye un alza de las pensiones mínimas por encima de las generales, es decir, muy superior a la inflación anual. Se trata de una reivindicación históricamente impulsada por los sindicatos y la izquierda que ahora se ha recogido en la nueva ley. En cuanto a la brecha de género, el real decreto incluye una subida del 10% adicional a la inflación del complemento para reducirla, lo que beneficiará a más de 450.000 personas, en su gran mayoría mujeres.
Un 2% adicional
Las mínimas contributivas de jubilación con cónyuge a cargo no podrán ser inferiores al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos. Es el mismo umbral que se aplica para casos de viudedad con cargas familiares y al resto de contributivas con cónyuge a cargo, salvo incapacidad permanente total cuyos titulares sean menores de 60 años.
En definitiva, esto implicará un incremento del 2% adicional a la inflación cada año hasta situarse en un mínimo de 16.511 euros anuales en 2027, según estimaciones del departamento comandado por Escrivá.
La prestación de jubilación para mayores de 65 años con cónyuge a cargo se elevará desde los actuales 13.527 euros brutos anuales hasta los 16.500 euros en 2027. Esos valores repartidos en 14 pagas supondría una nómina de 1.178 euros al mes, un 22% más, un plus absoluto de casi 3.000 euros.
Sin embargo, aun mayor será el incremento que experimenten las viudas con cargas familiares o los jubilados con cónyuge a cargo menores de 65 años. Al igual que los beneficiarios de una incapacidad permanente absoluta con cónyuge a cargo y entre 60 y 64 años, que pasarían de cobrar 12.683 euros este año a esos 16.511 euros en 2027; un 30% de subida, casi 4.000 euros más (3.828 euros).
El resto de las cuantías mínimas de las pensiones contributivas se incrementarán anualmente pero en un 50%, es decir, lo que equivale a un 1% adicional a la inflación.
Por su parte, las pensiones no contributivas que cobran actualmente 445.000 personas se incrementarán también cada año por encima del IPC, pero en este caso hasta situarse en un mínimo del 75% del umbral de pobreza de un hogar unipersonal. El ministro estima que se eleven un 22% desde los actuales 6.785 euros anuales hasta los 8.256 euros brutos en 2027, un extra de casi 1.500 euros, lo que supondría pasar a cobrar en torno a 600 euros mensuales frente a los actuales 484.
Casi 1.000 euros de ayuda
Pero no solo esos más de 2,6 millones de personas que cobran una pensión mínima o no contributiva tendrán un incremento por encima de la inflación los próximos años. También recibirán un trato más favorable las 452.000 jubiladas que reciben un complemento por haber sido madres, que disfrutarán de un plus de 42,5 euros por cada hijo que tengan. Este complemento va dirigido a reducir la brecha de género aumentará, y se espera que vaya aumentando progresivamente.
En la actualidad esta ayuda, vigente desde febrero de 2021 con este nuevo diseño, se sitúa en 30,4 euros al mes por cada hijo y se solicita a la vez que la pensión. El importe medio mensual de este complemento es de 66 euros, lo que supondrá que en menos de dos años se habrá elevado 6,6 euros, además del alza de los precios, lo que representa un incremento de casi 100 euros. Significa esto que las jubiladas que han sido madres cobran una ayuda de 924 euros de media al año para reparar el posible perjuicio sufrido a lo largo de su carrera profesional.
1.500 euros más de IPC
La escalada de la inflación está incidiendo directamente en una subida de las pensiones sin precedentes. La revalorización del 8,5% de las prestaciones de más de 9 millones de beneficiarios ha elevado sus nóminas hasta rozar, por primera vez, los 1.200 euros. Concretamente, la pensión media se ha situado en los 1.192 euros brutos al mes, lo que supone unos ingresos anuales de cerca de 16.700 euros, casi un 10% más que un año atrás, que se traduce en 1.500 euros más que en 2022. Y, como es lógico, mayores pensiones inducen a mayor gasto: casi 12.000 millones de euros para el pago de las más de 10 millones de pensiones contributivas.