VALÈNCIA, 20 Mar.- La madre que presuntamente asesinó en Godella la pasada semana a sus dos hijos –un niño de tres años y medio y una niña de cinco meses– ha tenido que ser trasladada a una celda especial, habilitada con un cristal transparente y bajo vigilancia continua de dos reclusas, después de sufrir una crisis y protagonizar este miércoles un episodio violento, en el que llegó a comentar que tenía «miedo» a matar a las dos internas con las que compartía habitáculo.
Los hechos sucedieron sobre las 14.00 horas de este martes, según han informado a Europa Press fuentes penitenciarias. Hasta ese momento, la detenida, que se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde el pasado domingo por orden judicial, investigada por el asesinato de sus dos hijos, se había mostrado «bastante tranquila», bajo el protocolo antisuicidios en el que se le había incluido.
Este protocolo implica que compartía celda con dos presas de apoyo más, que la tenían bajo vigilancia. Sin embargo, a esa hora, según las mismas fuentes, salió corriendo hacia el patio de la Enfermería, seguida por varias funcionarias, ante las que se volvió «agresiva» y opuso resistencia, propinándoles patadas.
La reclusa llegó a comentar que tenía «miedo» porque pensaba que iba a acabar con la vida de las dos internas de su celda, por lo que finalmente fue trasladada a una individual, habilitada con cristal transparente y bajo la continua vigilancia desde el otro lado de las dos reclusas, con el fin de que puedan alertar a los funcionarios en caso de detectar algún comportamiento anormal.
La mujer, que fue detenida el pasado jueves por la Guardia Civil tras señalar a los investigadores doónde estaban los cuerpos de sus hijos y después de realizar manifestaciones confusas como que los niños tenían que «resucitar», sigue dentro del protocolo antisuicidios de la prisión, según las mismas fuentes.
Fuente: Europa Press