El día de ayer el pueblo francés elegía candidato en lo que probablemente hayan sido los comicios más imprevisibles de la historia de Francia, los principales 5 candidatos a la presidencia del país galo son:
Marine Le Pen, la jefa del Frente Nacional se erigía como la candidata para «la salvación de Francia» sus principales estandartes son la salida de Francia del euro y la protección de las fronteras, algo así como Trump a la francesa.
François Fillon, el candidato asediado por escándalos de presunta corrupción por los que la justicia francesa ha abierto una investigación, su capacidad de convocatoria de sus seguidores más conservadores, ha sido lo que le ha permitido salvar su carrera, cuando ni en su propio partido apostaban por él.
Emmanuel Macron, el candidato que fundó su propio partido, y que nadie pensó que podía llegar tan lejos, se convirtió según los sondeos en un claro candidato a ser el presidente del país, eso sí, con sus ideas centristas.
Jean-Luc Mélenchon, el líder del movimiento «Francia Insumisa» y amigo de Pablo Iglesias, tenía la misión de liderar la izquierda en su país, aunque desafortunadamente para el socialismo-bolivariano de Jean, no ha logrado pasar a segunda vuelta.
Benoît Hamon, el candidato que menos posibilidades tenía, y con razón, dado el lastre que suponía ser el sucesor de partido del fracasado Hollande, fue exministro de Economía Social y de Educación del actual presidente.
Ahora, una segunda vuelta de infarto en las que el candidato Macron asegura que se sentará a gobernar el país galo, y Le Pen, la supuesta «salvadora de Francia». Aunque Macron ya cuenta con el apoyo del resto de candidatos, el izquierdista Melenchón ha avisado que consultará a las bases la decisión de, o bien apoyar a Macron o apoyar a Le Pen. Ambos candidatos tienen algo a su favor, el centrista cuenta con el apoyo del resto de candidatos, y Le Pen puede ser ayudada por el «efecto Trump».