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El Valencia se exhibe ante el Alavés y ya acaricia la Champions (3-1), por @JordiSanchiss

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Valencia respira Fallas por los cuatro costados. Huele a pólvora y a buñuelos, y suena a verbena de barrio y a pasacalle de comisión fallera. Y este Valencia CF huele, suena y sabe ya a Champions, así de claro. El reencuentro del club valencianista con la máxima competición continental está cada vez más próximo, cuestión de matemáticas simplemente. Contra el Alavés el equipo de Marcelino se exhibió. Jugó en corto y en largo, pero siempre con mucha intensidad y a una velocidad tremenda. El público disfrutó de lo lindo con un fútbol de muchos quilates.

La victoria fue corta, pero supone el sexto partido ganado de los últimos siete, en los que no ha conocido la derrota. Los blanquinegros han alcanzado su mejor nivel de juego en el tramo decisivo, cuando había que sumar para no renunciar al objetivo fijado. Provisionalmente se colocan terceros, por delante del Real Madrid, y distancian a 14 puntos al quinto clasificado. Un gran Valencia.

Tras unos minutos de tanteo con mayor iniciativa valencianista, la primera ocasión, clarísima, fue para los visitantes. Munuera Montero pasó por alto una falta a Parejo de Manu, cuyo centro medido fue rematado en plancha y de cabeza por Sobrino, pero, una vez más, apareció él. Neto realizó uno de sus paradones habituales, en el momento oportuno, para salvar a su equipo cuando lo necesita.

Esta acción espoleó al Valencia, que comenzó a circular el balón con mayor rapidez. Parejo puso a prueba los reflejos de Pacheco, que sacó una gran mano para evitar el primero de la tarde. Iba por toda la escuadra. Pero nada pudo hacer el portero minutos más tarde, cuando una pared de fantasía entre Zaza y Rodrigo en la frontal acabó en el 1-0.

¡Qué jugada y qué golazo! Rodrigo Moreno marcó su 13º gol liguero de la temporada chutando raso y ajustado, con la tranquilidad que le da saberse ganador habitual en los mano a mano. En la celebración, dedicatoria de Rodrigo al lesionado Coquelin. Bonito gesto de un grupo unido.

Ya con el marcador a favor, el fútbol blanquinegro creció a un ritmo vertiginoso, el que los jugadores imprimían a cada contragolpe conducido por un excelso Kondogbia y un Parejo cada vez más líder. Verticalidad y jugadas con peligro inminente se sucedían. Electricidad en estado puro. Soler, Guedes y, sobre todo, Zaza pudieron aumentar la ventaja. Mestalla se divertía y aplaudía a rabiar a unos futbolistas que se sumaban a la fiesta fallera con un gran espectáculo sobre el césped.

Pero el segundo se veía venir. Y llegó. Falta ejecutada magistralmente por Parejo y Zaza, en posición más que ajustada, metía la suela de la bota para desviar al palo contrario y anotar el 2-0. Son ya 12 goles para el delantero italiano en la presente Liga, y aún pudo meter otro en una acción individual con sombrero incluido, pero Pacheco lo impidió.

El guardameta alavesista fue de nuevo protagonista cuando, tras no atajar un potente chut de Guedes, cometió un penalti de libro sobre Carlos Soler. Es pena máxima sí o sí, pero no lo consideró así el colegiado, quien redondeó una primera parte más que discreta mostrando la amarilla a Kondogbia tras perdonar alguna que otra a sus rivales.

Tras el descanso, Murillo ocupó el lugar de Garay y Rodrigo no tardó en poner de  nuevo en apuros a Pacheco, que se confirmaba como el mejor de los suyos con otra gran parada. Y del posible 3-0 al 2-1. Gayà mide mal en el salto, y la internada posterior de Martín es rematada casi a placer por Sobrino. Se ajustaba el resultado.

Reaccionó el Valencia de manera inmediata, con la enésima oportunidad perdida, esta vez a pies de Guedes, que no acertó a batir a Pacheco en un claro uno contra uno. El partido se convertía por momentos en un ida y vuelta constante. Cualquier cosa podía pasar, aunque la iniciativa seguía siendo local.

La avalancha era continua, los valencianistas no se conformaban. El 3-1 fue en propia puerta de Laguardia, quien desacertadamente trató de cortar una jugada tejida por Guedes con centro final de Carlos Soler. La maquinaria blanquinegra seguía funcionando a tope. El propio Soler tuvo el cuarto, pero su remate demasiado cruzado se perdió fuera.

Abelardo sacó toda su artillería con la inclusión de Guidetti e Ibai, en un doble cambio. Más tarde sacó a Murgui. Un error de  bulto de Neto se pudo transformar en un nuevo tanto alavesista. El portero brasileño pidió perdón a la grada, que le demostró su cariño y reconocimiento a la gran temporada que está realizando con una sonora ovación. Más estruendosa todavía fue la recibida por Rodrigo cuando fue sustituido por Vietto. El atacante internacional es uno de los indiscutibles ídolos de la afición. Se lo ha ganado a pulso.

Con el encuentro teóricamente resuelto, el Valencia se deshinchó y el conjunto blanquiazul tomó el mando , aunque sus ingenuos remates no encontraron portería. El que seguía a lo suyo era Zaza. Peleándolas todas, bajando a defender y exprimiéndose al 100%. Para él la relajación no existe, afortunadamente.

Marcelino supo premiar al capitán Dani Parejo, que fue sustituido entre gritos de «Parejo, Parejo» en la semana en que ha sido convocado por el seleccionador español Julen Lopetegui. El público hizo la ola mejicana antes del pitido final. Fiesta grande en Mestalla, y ahora a vivirla por las calles de la ciudad, que las Fallas solo las tenemos una vez al año.

Valencia CF (3): Neto, Montoya, Gayà , Garay (Murillo), Paulista, Guedes, Kondogbia, Parejo (Maksimovic), Soler, Zaza y Rodrigo (Vietto).

D. Alavés (1): Pacheco, Duarte, Ely, Laguardia, Martín, Pedraza (Ibai), Hernán Pérez, Manu García, Tomás Pina, Sobrino (Burgui) y Munir (Guidetti).

Goles: 1-0, min. 19: Rodrigo; 2-0, min. 33: Zaza; 2-1, min. 48: Sobrino; 3-1, min. 53, Laguardia (pp).

Árbitro: Munuera Montero (Comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Kondogbia del Valencia CF; y a Pina del D. Alavés.

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