Vilafranca (Castellón), 9 jun (OFFICIAL PRESS – EFE).- Trabajadores, vecinos y representantes políticos y de la sociedad civil de varias comarcas del interior de Castellón, especialmente de Els Ports, y también de la provincia de Teruel, se han manifestado este viernes en Vilafranca en favor de la pervivencia y el futuro de la empresa Marie Claire.
Más de 2000 personas claman por el cierre de Marie Claire
Unas 2000 personas claman por el cierre de Marie Claire, según ha informado el Ayuntamiento de la localidad, han participado en esta protesta, convocada por CCOO y UGT en defensa del empleo en esta zona, tras anunciarse el ERE de Marie Claire, que va a afectar a unas 250 familias.
La marcha ha partido desde la propia empresa y ha llegado hasta la estatua de la Planchadora de Medias, y en ella han participado empleados de la textil, representantes de la sociedad civil y política de las comarcas afectadas, asociaciones y vecinos y vecinas del pueblo.
Además, varios alcaldes y alcaldesas de Els Ports, l’Alt Maestrat, el Maestrazgo y Gúdar-Javalambre, así como representantes de la Mancomunidad Comarcal Els Ports, han acudido a la llamada de la alcaldesa de Vilafranca, Silvia Colom, para crear la Mesa de Vilafranca y, con ella, impulsar el Plan de Recuperación Económica.
Un plan por el futuro de las comarcas
Según han recogido en un manifiesto, se trata de un plan que trabajará de forma unida y coordinada por el futuro de estas comarcas, y que busca fomentar el empleo y la actividad económica en los pueblos.
Para ello, pide a las Diputaciones de Castellón y Teruel; a los Gobiernos autonómicos de Aragón y la Comunitat Valenciana; el Gobierno Central y la Unión Europea el apoyo a este Plan con inversiones reales en infraestructuras, sectores productivos y fomento del empleo y la actividad económica.
«Marie Claire es un símbolo y un emblema de la historia emprendedora y trabajadora de Vilafranca. Por ello, desde la Mesa de Vilafranca se urge a la empresa, tras haber recibido financiación y apoyo público en sucesivas ocasiones, a garantizar su viabilidad y los puestos de trabajo existentes y a apostar por la creación de empleo en su centro de producción en Vilafranca», señala.
La situación actual, consecuencia de las malas gestiones
Desde CCOO y UGT han agradecido el apoyo a esta manifestación, y han destacado que la situación actual de Marie Claire «es consecuencia de las malas gestiones realizadas desde la dirección de la misma» y han defendido que las personas trabajadoras han dado «siempre el 100 %» y han antepuesto los intereses colectivos a los personales.
En un comunicado conjunto, han instado a la dirección de la empresa a que se responsabilice de la situación actual de insolvencia económica, con el respaldo del grupo empresarial al que pertenece, garantizando los derechos de las personas trabajadoras y la continuidad de la producción.
El apoyo de la Generalitat
También han instado a que la Generalitat siga manteniendo el apoyo que garantice una solución, mediando con el fondo inversor y que lleve a cabo el Plan de Viabilidad que en su día propuso para avalar los créditos concedidos, «con las garantías del acuerdo de no destrucción de empleo».
Además, han solicitado a los gobiernos valenciano, aragonés y estatal a la puesta en marcha de un proyecto de industrialización de la zona afectada, a través de los fondos Europeos NEXT GENERATION y de fondos estatales, autonómicos y locales, así como planes de empleo que tengan en cuenta las características de la comarca.
Un plan industrial que venga a paliar la despoblación inminente, y políticas de acceso a viviendas sociales y de rehabilitación para garantizar la estabilidad de la población, son otras de las peticiones sindicales.
Solidaridad del PP
Desde el PP, han mostrado su solidaridad con los afectados por el cierre de la empresa, que han calificado como «un drama social que afecta a uno de los territorios más despoblados de España» y que «castiga a centenares de familias que tienen en esta empresa su único sustento».
Así lo ha afirmado Jairo Sans, concejal electo del PP en Vilafranca, quien ha exigido a la empresa que «cumpla con los compromisos firmados con la Generalitat hace solo 12 meses cuando se inyectaron 12 millones de euros a cambio de supervisión y un plan de viabilidad que se ha demostrado fallido».