San Marcelino, Malilla y el distrito que comprende la zona entre Manuel Candela y las avenidas Eduard Boscà y Cardenal Benlloch son los barrios de València que presentan una incidencia mayor de restos de COVID-19. Así lo indican los resultados de la última actualización del análisis de la aguas residuales de la ciudad que presentó ayer la concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía.
La regidora explicó que estas 3 zonas son las que han sufrido un aumento más acusado de restos del virus en sus aguas y que «es en estos sectores donde debemos priorizar las medidas de prevención que tomamos desde el Ayuntamiento». Para ello, ha pedido a la ciudadanía el cumplimiento estricto de las recomendaciones sanitarias y que se «extremen las precauciones y limiten los contactos».
Valía también señaló como barrios a vigilar Mestalla, Tránsitos, Benimàmet, Jesús y Patraix, que tienen una incidencia más baja que los tres reseñados pero están por encima de la media de la ciudad.