El pasado lunes 21 de agosto fallecía a los 71 años Agustín Rivera Delgado, padre del que fue líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en Vélez-Málaga (Málaga). La muerte de su padre ha dejado muy afectado al expolítico catalán que, a través de la redes sociales, no ha dudado en mostrar su dolor.
Rivera ha detallado cómo se siente tras la repentina pérdida de su padre en un verano que está siendo muy complicado para él, también, por su separación con la cantante Malú.
Este es la carta íntegra que Albert Rivera ha dedicado a su padre:
La vida es maravillosa, hay que disfrutarla cada minuto. Eso creía mi padre y así me lo inculcó siempre. Pero la vida a veces duele, mucho, muchísimo… Y este domingo a mi me cambió para siempre, al recibir esa llamada de mi madre que nunca estás preparado para recibir.
Rabia, incredulidad e impotencia fue lo único que pude sentir en esos primeros instantes, y la sensación de que la vida de la que hablabas en realidad era profundamente injusta y cruel. Hoy, dos días después, después de despedirnos físicamente, de incluso derrumbarme en tu ataúd antes de incinerarte, con la sensación de que al irte me estaban arrancando parte del corazón sin anestesia, empiezo a ver las cosas de otra manera. Empieza a cobrar sentido tu legado de valores, instantes y aprendizajes de estas décadas.
Echaré de menos esa manera incondicional de quererme, con pocos “te quieros” pero con ese derroche de amor en tus acciones cada día de mi vida. Nos conocíamos tanto, éramos tan parecidos en algunas cosas, que sin hablar durante dias éramos capaces de comunicarnos, nos intuíamos como nadie. Éramos un gran tándem.
Soy afortunado, porque de todas tus facetas de la vida he disfrutado en exclusiva de tu mejor versión, la de padre. Me enseñaste a crecer en la libertad y en la responsabilidad ( que son dos caras de la misma moneda), síempre tratabas de que acertara, pero también me dejabas equivocarme para que aprendiera a levantarme.
Eres irremplazable para mi, papá. Así que tengo que llevarte conmigo, me acompañarás en mis decisiones, y estarás presente en los valores que le inculque a mis hijas. Te has ido de nuestro lado, me faltas, me muero de dolor al pensarlo. Pero te prometo que desde hoy voy a llenar ese vacío con tu esencia y tu legado. Y cuidaré de mamá, tu compañera de viaje desde hace más de cincuenta años.
Vamos a vivir tu muerte como nos pediste: celebrando la vida. Como decía Gabriel García Márquez: “No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió». Es cierto que se terminó, pero sucedió, “sucediste”.
Buen viaje, papá, te amo 🤍