València, 18 ene (EFE).- El centro de salud La Coma, en Paterna, tuvo que atender este lunes solo con cita previa porque estaban en activo dos de los cuatro médicos y tuvieron que atender al doble de pacientes, lo que generó amenazas y gritos por parte de usuarios que acudieron para ser atendidos y obligó a acudir a la Policía.
Las personas que no tenían cita previa en este centro de salud eran derivados como urgentes al centro El Clot de Paterna, donde también atendían las llamadas de la instalación de La Coma.
Desde la Conselleria de Sanidad han informado a EFE de que este lunes tuvo que cerrarse el centro de salud a las personas sin cita porque de los tres médicos que había con agenda, una estaba de baja, aunque se incorporará este martes.
Aunque en este centro de salud debería haber cuatro médicos, el cuarto aún no se ha incorporado y un tercero se encuentra de baja, pero volverá este martes, por lo que el lunes solo atendían dos facultativos.
Respecto a las amenazas recibidas por los médicos, las fuentes han reconocido que se trata de un centro conflictivo pero que está garantizada la seguridad con la presencia de agentes de la Policía Nacional.
Fuentes de CCOO PV han informado a EFE de que este lunes, en el que dos médicos tenían que atender al doble de pacientes, se generó «bastante tensión» en el centro de salud, «hubo amenazas y gritos al personal y acudió la Policía», aunque indican que la instalación «no se cerró en ningún momento».
Explican que, además de los facultativos de baja, también había de baja personal de otras categorías, y añaden que es un centro de salud en el que «ya hay una falta de plantilla estructural y esto se une a que las bajas no se están cubriendo».
Según CCOO PV, el centro de salud La Coma cuenta con dos guardias jurados en la puerta y solo se puede acceder al mismo mediante identificación y comunicando el motivo por el que se accede.
Fuentes del sindicato CSIF han señalado a EFE que el personal sanitario del centro, que recibe amenazas, tiene que atender a entre 70 y 80 pacientes al día y aunque su horario concluye a las 15 horas, están alargándolo hasta las ocho de la tarde.
Ante esta situación, en la que hay dos médicos en lugar de los cuatro habituales por falta de cobertura de una vacante, no pueden atender urgencias durante su jornada por esa saturación y las derivan a Paterna.
Ana Peláez, delegada de CSIF en el departamento Arnau-Llíria, asegura que el centro de salud no está cerrado pero hay una falta de personal que no puede ser sustituido y que «no da abasto» ante un tipo de usuario «muy demandante y amenazante».
Según explica, el personal de enfermería sigue funcionando al cien por cien pero no hay médicos, solo dos para atender a los pacientes, la demanda de atención es «inasumible» y el usuario se ha vuelto «muy agresivo con el personal».
En los centros de salud, indica, «las administrativas del mostrador están hartas de recibir insultos, hay gente muy alterada que lo paga en ellas», y añade que entre el personal sanitario hay «gente con ansiedad, que se medica, que va llorando a trabajar. Esta ola está siendo tremenda».