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Baldosas de terracota, el suelo ideal para exteriores
Publicado
hace 11 mesesen
Baldosas de terracota, el suelo ideal para exteriores
Las baldosas de terracota son un tipo de pavimento cerámico que se elabora con arcilla cocida a baja temperatura, lo que le da un color rojizo o teja característico. La terracota es un material muy antiguo, que se ha utilizado desde la antigüedad para revestir suelos y paredes, tanto en interiores como en exteriores. Su aspecto rústico, cálido y natural le confiere un encanto especial, que se adapta a diferentes estilos decorativos y ambientes.
En este artículo, vamos a ver las ventajas, los inconvenientes y los consejos para elegir e instalar las baldosas de terracota en el suelo exterior de tu casa, terraza, balcón o jardín. Verás que se trata de una opción muy versátil, duradera y estética, que aportará personalidad y autenticidad a tu hogar.
Ventajas de las baldosas de terracota para exteriores
Las baldosas de terracota tienen muchas ventajas que las hacen ideales para el suelo exterior de tu casa. Algunas de ellas son:
- Resistencia: las baldosas de terracota gran resistencia al desgaste, al tránsito, a los golpes, a las heladas y a los cambios de temperatura. Además, tienen un acabado antideslizante, que las hace aptas para zonas con piscina o humedad.
- Durabilidad: las baldosas de terracota son muy duraderas, ya que no se deforman, no se agrietan, no se decoloran y no pierden su brillo con el paso del tiempo. Si se les da un buen mantenimiento, pueden durar muchos años en perfecto estado.
- Estética: las baldosas de terracota cuentan con un aspecto muy estético, que combina la naturalidad de la piedra con la practicidad del gres. Su color téreo, su textura irregular y su diseño geométrico o hidráulico le dan un toque rústico, pero también moderno y elegante. Además, hay una gran variedad de tonos, formatos y grosores, que permiten crear diferentes combinaciones y efectos visuales.
- Calidez: las baldosas de terracota tienen una capacidad térmica muy alta, lo que significa que conservan el calor en invierno y lo liberan en verano. Esto hace que el suelo exterior sea más confortable y agradable al tacto, y que se ahorre energía en climatización.
- Higiene: las baldosas de terracota son muy higiénicas, ya que no acumulan polvo, ácaros, bacterias ni hongos. Además, son fáciles de limpiar, con agua y jabón neutro, o con productos específicos para su cuidado.
Inconvenientes de las baldosas de terracota para exteriores
Las baldosas de terracota también tienen algunos inconvenientes que hay que tener en cuenta a la hora de elegirlas para el suelo exterior de tu casa. Algunos de ellos son:
- Precio: las baldosas de terracota suelen tener un precio más elevado que otros tipos de pavimentos cerámicos, ya que su proceso de fabricación es más artesanal y requiere más materia prima. El precio puede variar según la calidad, el tamaño y el acabado de las baldosas, pero suele rondar entre los 10 y los 30 euros el metro cuadrado.
- Porosidad: las baldosas de terracota tienen una elevada presencia de poros y capilares, que las hacen más vulnerables a las manchas, a la suciedad y a la absorción de agua. Por eso, es necesario aplicarles un tratamiento superficial con ceras, tapa-poros o productos impermeabilizantes, que las protejan y las realcen. Este tratamiento hay que renovarlo periódicamente, para mantener el suelo en buen estado.
- Colocación: las baldosas de terracota tienen un borde no rectificado, lo que significa que no tienen un corte perfecto y que pueden presentar variaciones de tamaño y forma. Por eso, se recomienda su colocación a junta ancha, de unos 5 mm, para compensar las irregularidades y evitar que se rompan. La colocación de las baldosas de terracota requiere de un profesional cualificado, que sepa nivelar, alinear y rejuntar correctamente el suelo.
Consejos para elegir e instalar las baldosas de terracota para exteriores
Si te has decidido por las baldosas de terracota para el suelo exterior de tu casa, aquí te damos algunos consejos para elegir e instalar las más adecuadas para tu espacio y tu gusto:
- Elige el tono que más te guste: las baldosas de terracota pueden tener diferentes tonalidades, según la arcilla utilizada y el proceso de cocción. Puedes encontrar baldosas rojizas, asalmonadas, paja-flameadas, grises, multicolores, etc. Elige el tono que más te guste y que mejor combine con el resto de la decoración y el ambiente de tu casa.
- Elige el formato que más se adapte a tu espacio: las baldosas de terracota pueden tener diferentes formatos, desde los más pequeños, como los de 10 x 10 cm, hasta los más grandes, como los de 50 x 50 cm. También pueden tener formas cuadradas, rectangulares, hexagonales, octogonales, etc. Elige el formato que más se adapte al tamaño y la forma de tu espacio, y que te permita crear el efecto visual que buscas.
- Elige el grosor que más te convenga: las baldosas de terracota pueden tener diferentes grosores, desde los más finos, como los de 1 cm, hasta los más gruesos, como los de 3 cm. El grosor influye en la resistencia, la durabilidad y el peso de las baldosas, así como en el nivel del suelo. Elige el grosor que más te convenga según el uso que le vayas a dar al suelo y la altura que quieras que tenga.
- Elige el acabado que más te atraiga: las baldosas de terracota pueden tener diferentes acabados, desde los más naturales, como los de barro cocido, hasta los más elaborados, como los de efecto hidráulico o geométrico. El acabado influye en la estética, el brillo y la textura de las baldosas, así como en su mantenimiento. Elige el acabado que más te atraiga y que mejor se adapte al estilo que quieras darle a tu suelo.
- Contrata a un profesional para la instalación: la instalación de las baldosas de terracota es un trabajo que requiere de experiencia, habilidad y precisión, por lo que es recomendable contratar a un profesional que se encargue de hacerlo. Un profesional sabrá cómo preparar el soporte, cómo colocar las baldosas, cómo nivelarlas, cómo alinearlas, cómo rejuntarlas y cómo limpiarlas. Así, te asegurarás de que el resultado sea óptimo y duradero.
- Aplica un tratamiento de protección y mantenimiento: una vez instaladas las baldosas de terracota, es importante aplicarles un tratamiento de protección y mantenimiento, que las impermeabilice, las resalte y las conserve. Para ello, puedes usar ceras, tapa-poros o productos específicos para la terracota, siguiendo las instrucciones del fabricante o del profesional. Este tratamiento hay que renovarlo cada cierto tiempo, según el uso y el desgaste del suelo.