La actriz y cantante francesa Brigitte Bardot, uno de los grandes iconos del cine europeo del siglo XX, ha fallecido este domingo a los 91 años, según ha informado la fundación que lleva su nombre en un comunicado oficial.
Nacida en París en 1934, Bardot se convirtió en una figura internacional durante las décadas de 1950 y 1960, marcando una época por su presencia en la gran pantalla y por un estilo que rompió con los cánones tradicionales del cine de su tiempo. Su papel protagonista en ‘Y Dios creó a la mujer’ (1956) la catapultó a la fama mundial y la consolidó como símbolo cultural de toda una generación.
Una carrera que marcó época
A lo largo de su trayectoria cinematográfica, Brigitte Bardot protagonizó más de 40 películas y trabajó con destacados directores europeos. Entre sus títulos más reconocidos figuran ‘La verdad’ (1960), ‘El desprecio’ (1963) o ‘Viva María’ (1965). Además de su carrera como actriz, también tuvo una notable faceta musical y mediática que reforzó su proyección internacional.
Su imagen trascendió el ámbito cinematográfico para convertirse en un referente de estilo, modernidad y libertad, influyendo en la moda, la música y la cultura popular durante décadas.
Retirada del cine y activismo
En la década de 1970, Bardot se retiró definitivamente de la interpretación y decidió alejarse de la vida pública para centrarse en la defensa de los derechos de los animales, una causa a la que dedicó el resto de su vida. En 1986 fundó la Fundación Brigitte Bardot, desde la que impulsó campañas internacionales contra el maltrato animal y en favor de la protección de especies en peligro.
Aunque su activismo estuvo acompañado en ocasiones de polémica por sus declaraciones públicas, su compromiso con la causa animal fue constante y reconocible hasta el final de sus días.
Un legado imborrable
La muerte de Brigitte Bardot supone la desaparición de una de las figuras más influyentes del cine francés y europeo. Su legado artístico y cultural permanece vivo tanto en su filmografía como en la huella que dejó en la historia del cine y en el activismo social.
Bardot deja una imagen imborrable como mito del cine, símbolo cultural y voz comprometida, cuyo impacto sigue presente décadas después de su retirada de la vida artística.