Carles Recio, funcionario de la Diputación de Valencia acusado de cobrar 50.000 euros anuales como jefe de la Unidad de Actuación Bibliográfica de la institución durante más de 10 años sin ocupar nunca su puesto de trabajo se ha defendido de las acusaciones y de la investigación que la propia Diputación ha abierto para esclarecer los hechos.
En una entrevista al programa de Antena 3, Espejo Público, el funcionario valenciano ha justificado que durante estos años él ha venido realizando su trabajo, asegurando que en sus entradas y salidas de la oficina no daba explicaciones porque se iba al archivo general, a alguna biblioteca o bien visitaba algún pueblo o comarca como parte de sus quehaceres diarios, sin que hubiera queja alguna.
A este sentido señalaba que «siempre he estado haciendo una labor documental, de redacción y asistencia literaria. He hecho un trabajo de negros».