Madrid, 2 nov (EFE).- Cinco comunidades, una menos que el pasado ejercicio, han decidido ya o se plantean deflactar el tramo autonómico del IRPF en 2024 para compensar la subida de precios, mientras siete han rechazado esta medida sin renunciar a aplicar rebajas de tipos o deducciones para aliviar al contribuyente.
Según la información recabada en los ejecutivos autonómicos por las delegaciones de EFE, comunidades con gobiernos de distintos partidos como Canarias (CC-PP-AHI-ASG), Madrid (PP) y País Vasco (PNV-PSE) volverán a deflactar el próximo año sus tramos del IRPF y a ellas se unirán Aragón (PP-Vox) y Navarra (PSN-GBai-CN/ZN).
De las otras tres comunidades que tomaron esta decisión en 2023, las tres dirigidas por el PP, Andalucía está valorando en esta ocasión qué disposiciones adoptar, Murcia ha preferido no avanzar su medidas y Galicia ha resuelto no repetir estrategia y continuar con rebajas fiscales.
Esto mismo van a hacer otras cuatro ejecutivos del PP: Comunitat Valenciana, Baleares, Cantabria, Extremadura; y dos de los tres del PSOE -junto a Navarra-: Asturias, que se mantendrá en la autodenominada «vía fiscal asturiana», y Castilla-La Mancha, que lo considera «regresivo».
Por su parte, el Gobierno PP-Vox de Castilla y León no lo hará en principio porque lo cree menos beneficioso para los contribuyentes que otras fórmulas; el Govern catalán de ERC aún trabaja en los presupuestos, pero siempre ha dicho que deflactar restaría ingresos con escaso beneficio; y el ejecutivo riojano (PP) no descarta otras medidas, pero de momento va a reducir los tramos.
Una medida defendida por el PP, rechazada por el Gobierno
La deflactación de la tarifa del IRPF, una de las medidas que el PP demanda al Gobierno en un contexto alcista del IPC, consiste en ajustar los tramos, los mínimos y otros parámetros del impuesto a la evolución de los precios con el objetivo de evitar que las subidas salariales para compensar la inflación acaben suponiendo que los contribuyentes dediquen un porcentaje mayor de sus ingresos al pago de impuestos sin haber incrementado su capacidad económica.
Una solución que ha venido rechazando el Gobierno, que ha defendido que sus medidas fiscales para las rentas bajas permiten ahorros diez veces mayores.
Madrid, sí; Andalucía, quizás
Madrid, habitualmente al frente de la carrera por las rebajas fiscales, ha iniciado la tramitación de una nueva deflactación de la tarifa autonómica del IRPF con la que prevé ahorrar 153 millones de euros a sus 3,5 millones de contribuyentes, mientras Andalucía, alumna aventajada, que ya deflactó este año en un 4,3 % -más que Madrid-, va a esperar «a ver cómo evolucionan los ingresos y monitorizarlos».
Galicia no va a deflactar el próximo año el IRPF, después de hacerlo este para los tres primeros tramos, aunque las cuentas para 2024 prevén mantener la senda de rebajas fiscales, en tanto que Murcia, que este año deflactó con un impacto de alrededor de 10 millones de euros, se reservar qué hará en esta ocasión para compensar la subida del IPC.
En cambio, el Gobierno de Canarias va a deflactar de nuevo la tarifa del IRPF en el proyecto de presupuesto de 2024 y el ejecutivo vasco ya ha anunciado oficialmente una deflactación del 2,5 % el próximo año.
El Gobierno de Aragón ha planteado en las Cortes que «la previsión es incluir dentro de los Presupuestos de 2024 una deflactación del 5 % del IRPF para compensar la subida del IPC» a 770.000 contribuyentes, y la presidenta navarra, María Chivite, ha anunciado una reforma fiscal con “medidas necesarias en este contexto de inflación», que incluyen la deflactación de la tarifa de la renta el próximo ejercicio.
El Govern catalán dice no a la deflactación
Cataluña está en pleno proceso de elaboración de los presupuestos, por lo que todavía se desconoce qué medidas fiscales introducirá, pero la consellera de Economía, Natàlia Mas, se ha pronunciado en varias ocasiones contra una hipotética deflactación del IRPF que restaría 54 millones a cambio de un impacto «irrisorio» sobre los ciudadanos: apenas tres euros en las rentas bajas.
Mas ya avanzó a EFE este verano que el ejecutivo catalán estaba estudiando medidas fiscales, más bien de tipo «quirúrgico», para ayudar a la ciudadanía frente a la inflación, si bien no han trascendido por ahora más detalles.
Gobiernos del PP y del PSOE optan por otras soluciones
La Generalitat Valenciana va a incorporar a la Ley de Acompañamiento seis nuevas deducciones en el IRPF para los contribuyentes con rentas más bajas, con un ahorro estimado de hasta 180,2 millones de euros, y el ejecutivo extremeño ha reducido los tipos de los dos primeros tramos al 8 y al 10 %.
En lugar de deflactar, el Govern balear del PP ha preferido una bajada del tramo autonómico del IRPF en medio punto para quienes ganen menos de 30.000 euros anuales y de 0,25 puntos para las rentas superiores, y el de Cantabria ha diseñado una rebaja en todos los tributos para aligerar la carga fiscal de los ciudadanos en 90 millones de euros al año.
El Gobierno socialista de Asturias se plantea seguir profundizando en la que denomina «vía fiscal asturiana» que, frente a una deflactación generalizada en el IRPF, plantea deducciones y bonificaciones a las clases medias y trabajadoras que en 2022 rondaron los 32 millones de euros, y el de Castilla-La Mancha ha declarado que deflactar como Madrid es «regresivo» y perjudica a los servicios públicos fundamentales.
Castilla y León ya descartó la deflactación el pasado año en favor de tocar los mínimos exentos o aplicar otras fórmulas de bonificación fiscal, y La Rioja ha previsto la reducción del IRPF para 175.378 contribuyentes hasta situar su marco fiscal (en el tramo autonómico del IRPF) como el más bajo de España.