Saber cómo nos afecta el cambio de hora en invierno nos da la pista sobre qué podemos notar. Aunque también ofrece numerosas ventajas para la salud, tal y como afirma el doctor Gonzalo Pin, jefe del Servicio de Pediatría y de la Unidad de Sueño del Hospital Quirónsalud Valencia.
Gracias a este nuevo cambio horario, el sol saldrá una hora antes, lo que facilitará un despertar más acorde con los relojes biológicos, proporcionando un inicio de jornada más armónico desde el punto de vista fisiológico. También adelantará nuestros horarios de alimentación y sueño, lo que favorece ir a la cama antes y, por lo tanto, dormir más horas.
Cómo nos afecta el cambio de hora en invierno
Anticipar los horarios de comidas puede contribuir a la disminución de la obesidad y la diabetes 2, y un mayor tiempo de descanso favorece la disminución de la tasa de accidentes laborales y de tráfico, muchos de ellos relacionados con el déficit crónico de sueño.
Entre las desventajas de este nuevo horario, que nos acerca más al del sol, el especialista señala la pérdida de una hora de luz por la tarde, «pero solo los meses de mayor número de horas de sol, que comprende desde finales de marzo hasta finales de octubre».
Por sus múltiples ventajas, el doctor Pin abogaría por mantener este horario a lo largo del año, «ya que los cambios no solo se producen en nuestros relojes, sino también en nuestros estilos de vida; y sus consecuencias, en nuestra salud».
Consejos para disfrutar de un sueño reparador
Según el doctor Esteban de Vicente, especialista en neurofisiología de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Torrevieja, para disfrutar de un descanso reparador es muy útil disponer de estrategias claras para mantener una adecuada higiene de sueño. Alguno de los aspectos prácticos para mejorarlo son:
Procuremos normalizar el sueño habitual: con un mismo horario de sueño, no debemos dormir más de 20 minutos de siesta; de lo contrario, alterará nuestro reposo nocturno y no desplaza más de una hora el momento de levantarse tras haber trasnochado.
Respiremos adecuadamente: con una sencilla técnica podrá conseguirlo; debe colocarse boca arriba y adoptando una postura cómoda, cierre los ojos y relaje los músculos, respirando de forma pausada tres veces sin forzar la respiración y al final de la tercera, manténgase sin tomar aire. Es importante que no contenga ni fuerce la respiración y repita el ciclo de seis a ocho veces.
Alimentación adecuada:
es muy importante quecoma de forma equilibrada y se hidrate mucho. No debe fumar próximo a la hora de dormir; además, a partir de mediodía debe moderar el consumo de café, té, chocolate y bebidas refrescantes. Acuéstese una hora y media después de una cena normal y dos horas como mínimo si ha sido copiosa. Por último, debe cenar de forma ligera con pocas grasas y calorías. La ingesta debe contener verduras (ricas en triptófano, aminoácidos precursores de serotonina y melatonina), pocas proteínas y lácteos. Evite pasteles y modere el consumo de alcohol. Aunque la cena debe de ser ligera, no debe de pasar hambre.
Acondicionar el ambiente: la habitación debe tener una temperatura de 20-22º C. Utilice un colchón firme con sábanas lavables y transpirables y evite las corrientes de aire para dormir. Si le molestan los ruidos ambientales, puede utilizar tapones.
Por último, realizar una ducha con agua caliente para relajarnos e intentar prepararnos para dormir y utilizar ropa cómoda de algodón son pautas que nos ayudarán a conciliar el sueño.