El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia ha votado en contra de la propuesta del Partido Popular en la Comisión Informativa de Bienestar y Derechos Sociales, Educación, Cultura y Deportes para declarar el 17 de marzo como festivo local en lugar del lunes 24 de abril que propone Ribó y que no cuenta con arraigo social.
El grupo municipal popular había presentado una enmienda de sustitución que afectaba a uno de las dos festividades locales que habrán de celebrarse durante el año 2023.
Cuatro lunes festivos en la ciudad
El texto presentado es el relativo al 24 de abril, que Ribó quiere declarar festivo local para así encadenar cuatro lunes festivos en la ciudad, que lo ha llamado una prueba piloto de jornada laboral de cuatro días, “una propuesta que no cuenta el apoyo de ningún colectivo social o económico de la ciudad”, ha apuntado el concejal popular Santiago Ballester.
Desde el PP se ha considerado que es más beneficioso trasladar el festivo al 17 de marzo porque, como señala el escrito presentado ante la Comisión, “el 24 de abril de 2023 carece de carácter tradicional, tal y como establece el artículo 37.2 del Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores y en el artículo 46 del Real Decreto 2001/1983, de 28 de julio, sobre Regulación de la Jornada de Trabajo, Jornadas Especiales y Descansos.”
Festivos locales
En el documento presentado se ha pedido “establecer como fiestas locales a incluir en el calendario laboral para el año 2023, como días inhábiles a efectos laborales, retribuidos y no recuperables, los días 17 de abril, San Vicent Ferrer, patrón de la Comunitat Valenciana, y el 17 de marzo enmarcado dentro de la semana grande de las fallas de la principal fiesta de nuestra ciudad.”
Para Santiago Ballester, “desde el PP nos oponemos a una ocurrencia de Ribó declarando festivo el 24 de abril porque no tiene el consenso de los sectores a los que afecta.
Una vez más asistimos a un espectáculo de falta de diálogo y de trilerismo político porque lo que propone no es una semana laboral de cuatro días, es añadir a los festivos que corresponden otro más que falta por ubicar en el calendario al caer San Vicente en domingo.”
Fallas
“Con los votos en contra no sólo han desoído la propuesta del PP si no la de otros colectivos como el de la Interagrupación de fallas de Valencia de trasladar el festivo al 17 de marzo.
Por eso habíamos pedido que se rectificara porque la semana grande de las Fallas sí que es tradicional y no librar un lunes sin ningún arraigo histórico, pero una vez más el no por respuesta”, ha apuntado Ballester.
En este sentido, ha añadido que “aún se puede rectificar, debería reflexionar y darse cuenta que su medida perjudica a los sectores económicos de la ciudad y que no ha obtenido la aprobación de la CEV, Confecomerç o Confemercat. Esta oposición es muy sencilla de explicar, se acumulan cuatro lunes festivos de forma consecutiva, lo que supone prácticamente el cierre de una semana del comercio y su correspondiente merma de ingresos.”
Por último, ha concluido que “no es una experiencia piloto de jornada laborable de cuatro días, es llevar a las empresas y comercios a un mes de malos porque volvería a provocar una evasión de gastos de la ciudad al irse de puente los vecinos mientras que en el festivo del 17 de marzo no provocaría ninguna merma de ingresos al celebrarse en plenas fallas y el turismo al prácticamente al 100% de ocupación”.