El Palacio de Buckingham se ha visto obligado a romper su silencio y hermetismo y ha publicado un comunicado tras la polémica entrevista de los duques de Sussex que ha generado una crisis del calibre de la vivida con el caso de Diana de Gales. Algo que parecía insuperable y varias décadas después la casa real más poderosa del mundo se ha visto en una situación igual de extrema. Hasta el punto que la reina Isabel II se ha pronunciado y ha mostrado su preocupación por los asuntos sobre la «raza» denunciados por Meghan Markle.
La Casa Real británica se ha declarado «triste» y «preocupada» por las acusaciones de racismo que hicieron el príncipe Harry y Meghan Markle en su entrevista con Oprah Winfrey en la televisión de Estados Unidos. Un espacio que ya está entre los más vistos de la televisión.
El Palacio de Buckingham ha emitido un comunicado en nombre de la reina Isabel II un día después de la emisión de la primera parte de la entrevista en la televisión británica. En él, la Corona se muestra «entristecida» por el relato del sufrimiento de los duques de Sussex.
«Los asuntos planteados, especialmente el de la raza, son preocupantes. Aunque algunos recuerdos pueden variar, son tomados muy en serio y serán abordados por la familia en privado», señala el comunicado.
La reina Isabel II añade al final de la nota que Harry, Meghan Markle y su hijo Archie «siempre serán miembros de la familia muy queridos».
La entrevista de los duques ha ocupado todas las portadas de los principales diarios británicos y las televisiones del país. La bomba lanzada por Harry y Megan está dando la vuelta al mundo y todos los medios se están haciendo eco. Ante las duras declaraciones, opiniones de todo tipo. En Inglaterra se está viendo mucho apoyo a la reina Isabel II, a la que Megan también deja en buen lugar, y también se está poniendo en entredicho el papel de la duquesa de Sussex, a la que otros muchos recuerdan que hasta personas de su familia (en referencia a su padre principalmente) ya avisaron de quién era ella. Sin duda, un culebrón de los que se seguirá hablando mucho tiempo.