Alicante, 22 abr (OFFICIAL PRESS-EFE).- La cirugía bariátrica «low cost», una intervención quirúrgica por la que cada año muchos españoles viajan a otros países para tratar su obesidad a bajo precio, «puede ser mortal», ya que no es una intervención sencilla que se pueda realizar en cualquier clínica y puede conllevar complicaciones si no la realiza un equipo profesionalizado y preparado.
Así se ha puesto de manifiesto durante los «Diálogos Sanitarios EFE: El auge de la cirugía mínimamente invasiva. Las nuevas claves», organizados por EFE junto con QuirónSalu, en los que el jefe del servicio de Cirugía del hospital Quirónsalud Murcia y especialista en cirugía bariátrica, Juan Antonio Luján, ha asegurado que en esos viajes la gente «no sabe dónde va» y tiene «una alta probabilidad de tener complicaciones».
Afirma que esa bajada de precio con respecto a los centros acreditados, se logra «a base de especialistas que cobran poco y de materiales muy baratos». Por ejemplo, hay dos tipo de grapas para la sutura mecánica tras la cirugía: «Hay grapas que valen 200 o 300 euros y otras que valen 25», por lo qué se pregunta qué tipo de grapas utilizan en las clínicas «low cost».
Luján resalta la importancia de hacer un seguimiento individualizado del paciente: «La cirugía es importantísima, pero los otros profesionales, como nutricionistas, psicólogos o endocrinos, también son importantes», por lo que destaca la peligrosidad «del acto único de la cirugía sin un gran seguimiento de un equipo».
Cuando la cirugía «low cost» puede ser mortal
Señala también que los profesionales deben «atajar rápidamente cualquier fallo», porque en este tipo de cirugías la solución a cualquier complicación «no se puede demorar», por lo que «probablemente allí -en los países en los que se ofrecen cirugías a bajo precio-, las posibles complicaciones de la cirugía o contratiempos pueden costar la vida de las personas».
Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Cirugía, Salvador Morales, indica que estos centros alternativos no están solo en otros países, sino que «en España están apareciendo pequeños centros con gente sin gran experiencia que se pone a hacer cirugía de forma similar a como lo hacen en estos sitios ‘de vacaciones'».
En cualquiera de estos dos casos, Lujan advierte, que este tipo de intervenciones «no es como ponerse pelo» mientras estás de vacaciones, posiblemente el ejemplo más conocido de intervenciones «low cost». Para lograr una buena intervención bariátrica se necesita un seguimiento periódico cada tres meses por especialistas: análisis, ecografías, ver lo que pasa si el paciente se encuentra mal y un seguimiento muy estrecho por los diferentes especialistas, y esto fuera no se puede hacer».
Aparte está también la técnica de la cirugía en sí, porque «depende de quién y cómo te la realicen habrá éxito o no», ya que son técnicas que requieren una curva de aprendizaje que garantice que el especialista sabrá bien lo que hay y lo que no hay que hacer cuando surge una complicación.
Al respecto, Morales sostiene que el cirujano «no es un mago» y que en todo caso, el mago sería «todo el equipo de endocrinos, psicólogos y nutricionistas», porque «hay una serie de cosas que hay que controlar en el postoperatorio», como la pérdida de algunas proteínas y ciertos materiales «que son claves», un hecho que no se puede controlar a distancia y que necesita seguimiento personalizado e individualizado.
El jefe del servicio de Cirugía del hospital Quirónsalud Murcia y especialista en cirugía bariátrica, Juan Antonio Luján, durante los «Diálogos Sanitarios EFE: El auge de la cirugía mínimamente invasiva. Las nuevas claves». EFE/Morell
Por su parte, Noelia Ibáñez, especialista en coloproctología de Quirónsalud Murcia, asegura que el equipo multidisciplinar no solo va a corregir complicaciones que puedan aparecer, «va a hacer un seguimiento y va a prevenir esas posibles complicaciones». «Esto no es me opero y luego ya me verán en España si hay una complicación. Si te sigue un buen equipo, seguramente no habrá complicaciones».
Añade que no es una cirugía estética, sino que obedece a un problema de salud porque la obesidad lleva asociadas un abanico de complicaciones que merman la calidad o la esperanza de vida del paciente. «El objetivo de la cirugía no es que mañana se meta en una talla 36, sino que mejore toda esas de comorbilidades que afectan su vida», y eso solo se consigue con un equipo que haga el seguimiento. EFE