VALÈNCIA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) – Agentes de la Guardia Civil Civil y la Agencia Tributaria han desmantelado un almacén ilegal de venta de tabaco y bebidas alcohólicas en la localidad valenciana de Puçol (Valencia), que procedían de contrabando y sustracciones, respectivamente, y que después se vendían en establecimientos de ocio, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
La actuación se ha llevado a cabo dentro de las diferentes inspecciones en materia fiscal, en particular en labores del tabaco, en el marco de la operación ‘Ustura’. El operativo, que arrancó gracias a la colaboración ciudadana, ha sido desarrollado por miembros de la Patrulla Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil de Sagunto y funcionarios de Vigilancia Aduanera.
Los responsables de la actuación recopilaron información que les permitió sorprender a un hombre de 61 años de nacionalidad española como supuesto responsable de la distribución de tabaco de contrabando y bebidas alcohólicas de forma ilícita desde un almacén de Puçol.
Tras realizar una inspección en el lugar, los agentes descubrieron en el interior, tabaco procedente de contrabando (puros «caliqueños», picadura de tabaco y cigarrillos), así como utensilios para la confección de cigarrillos (dos máquinas entubadoras de tabaco), cajetillas de tabaco vacías y tubos de papel para relleno de picadura de tabaco, para su posterior venta a particulares y establecimientos públicos de la zona.
Asimismo, encontraron unas 60 precintas fiscales reutilizadas de bebidas derivadas, así como bebidas alcohólicas carentes de precintas o con las precintas colocadas irregularmente. En total, fueron intervenidas un total de 15 botellas de whisky, de 70 cl; 39 sistemas de seguridad para envases y once de estas piezas, de diferentes modelos, violentados; 1.000 precintas fiscales falsificadas y 736 etiquetas falsificadas de marcas comerciales registradas de bebidas derivadas, para su posterior colocación en las botellas sustraídas.
Los agentes localizaron abundante documentación sobre clientela y facturación irregular (notas de entrega), que están siendo estudiadas por los responsables de la operación para esclarecer totalmente los hechos.
El modus operandi consistía en la compra de bebidas procedentes de pequeños hurtos en establecimientos de la zona a las que, tras inutilizar las alarmas, etiquetas o códigos de barras de seguridad, eran remplazadas por etiquetas, precintas o códigos de barras falsificados, para su posterior puesta en el mercado a través de bares de la zona.
La picadura de tabaco era adquirida en el mercado ilegal para la fabricación de cigarrillos que posteriormente eran distribuidos en cajetillas prefabricadas, carentes de los elementos legales para su distribución (información al consumidor, mensajes sanitarios, etiquetado y precinta fiscal). Los puros caliqueños y cajetillas de tabaco procedentes de terceros países eran adquiridos en el mercado ilícito y distribuido entre particulares y establecimientos públicos (bares) de la zona.
Por todo ello, se procedió a la detención del hombre de 61 años por su presunta implicación en los delitos de receptación, falsificación de efectos timbrados, y contra la propiedad industrial por la falsificación de etiquetado de bebidas derivadas de marcas registradas.