València, 18 sep (EFE).- Los testamentos de dos hermanas ancianas de Xàtiva que dejaron su dinero para «sufragios y obras piadosas en beneficio de su alma», sin especificar destinatarios, ha permitido a la Conselleria de Igualdad recibir por primera vez un legado: 126.000 euros en total, que ha repartido entre cinco entidades sociales.
«Ha sido toda una sorpresa, y muy grata», explica a EFE el subsecretario de la vicepresidencia y Conselleria de Igualdad, Daniel Mestre, quien asegura que han «aceptado con gusto» estas herencias, al considerar que suponen «una manera de contribuir a robustecer el estado del bienestar».
UN LEGADO CURIOSO
Se trata de un legado «especialmente curioso», explica Mestre, ya que dos hermanas solteras de Xàtiva, Ángeles y Carmen Ortega Perales, que fallecieron a los 88 y 91 años con nueve meses de diferencia y que eran «muy religiosas», optaron por dejar su dinero para «sufragio y obras piadosas en beneficio de su alma», usando la redacción «rimbombante» del Código Civil.
Esa norma, de finales del siglo XIX, establece en su artículo 747 que, si no se especifica a quién aplicar esa voluntad, se destinará la mitad «al Diocesano» para que lo dedique a los sufragios y a las necesidades de la Iglesia, y la otra mitad «al Gobernador civil» para los establecimientos benéficos del municipio del difunto.
Mestre indica que, tras la apertura del testamento de Ángeles -la primera que falleció, en abril de 2018-, el abogado y el albacea -el cura de la parroquia de la que era feligresa- iniciaron «un periplo de meses» para dar con quién era «competente» para recibir la mitad correspondiente al Gobernador civil, figura inexistente en la actualidad.
OLTRA EN LA NOTARÍA
Una vez determinado que le correspondía recibirlo a la Generalitat, y en concreto a la Conselleria con las competencias en servicios sociales, su titular, Mónica Oltra, tuvo que personarse en la notaría de Xàtiva para aceptar la herencia, pues en las delegaciones de competencias no está contemplada esta opción, dado que «nunca había pasado» algo así.
En el caso del primer legado, tras los gastos de notaría e impuestos la Conselleria recibió 84.459 euros, y para su reparto planteó a entidades sin ánimo de lucro de Xátiva inscritas en el registro de entidades de servicios sociales que presentaran proyectos.
Así, distribuyó a partes iguales ese importe a finales del año pasado entre la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales de La Costera y del Área 13 (ACOFEM-13), para unas obras de reforma de una vivienda tutelada, y la Asociación Protectora de Minusválidos Virgen de la Seo (ASPROMIVISE), para un programa de promoción de la autonomía personal.
En enero de 2019 falleció Carmen y su testamento recogía la misma disposición, gracias a la cual la Conselleria heredó 41.661 euros, que acaba de repartir a partes iguales entre tres entidades sociales de Xàtiva (Xateba, Don Bosco y AVSA), para proyectos sobre los derechos de la mujer, voluntariado juvenil e integración de migrantes.
A todas las entidades beneficiarias se les pidió que colocaran una placa que conmemorara que las actuaciones habían sido posibles gracias al legado de estas mujeres, pues según destaca el subsecretario «estas cosas es importante recordarlas y darles la importancia que tienen».
DONACIÓN INTER VIVOS
Además de estas herencias, la Conselleria se ha encontrado también por primera vez con el ofrecimiento de una donación «inter vivos», a raíz de una carta manuscrita remitida a Oltra por una mujer jubilada que quiere donar su casa de Alzira con la condición de que cuando ella ya no se pueda hacer cargo de sus dos hijos con diversidad funcional pase a ser una vivienda tutelada y ellos sigan viviendo allí.
Mestre señala que es un caso en el que están estudiando muy bien la redacción de la donación para que no se pueda volver en contra de la mujer en un futuro, pues si por ejemplo el estado de uno de los hijos empeorara y necesitara ser trasladado a una residencia, no se podría hacer si la condición marcada es que vivan siempre allí.
El subsecretario considera que estas donaciones en vida o mediante testamento para causas sociales, que suelen ser habituales en muchos países anglosajones, son una forma de contribuir al «bien común» que cualquier persona que así lo desee puede adoptar, y opina que si la ciudadanía las conoce se puede «animar» a seguir estos pasos.