Los miembros de la Guardia Civil tienen prohibido desde el lunes subir fotos a las redes sociales luciendo el uniforme. Una medida que ha tomado el Ministerio del Interior (y que fue aprobada este lunes en el Consejo de Ministros) después de la polémica generada en torno a esta práctica, relativamente habitual entre algunos agentes.
Por tanto, no se podrá usar el traje de la Guardia Civil como reclamo para ligar en aplicaciones de contacto como Tinder; pero tampoco en otras de uso más generalizado, como Instagram. De lo contrario, los agentes se expondrán a una sanción.
«Los Guardias Civiles no podrán hacer uso del uniforme, con especial trascendencia hacia el empleo del mismo en redes sociales y medios de comunicación o actos publicitarios para los que no se cuente con autorización expresa», reza el Real Decreto. En juego está no sólo la imagen institucional de la Guardia Civil, sino también cuestiones básicas de seguridad.
De ahora en adelante, ningún Guardia Civil podrá subir fotos con el uniforme a las redes sociales, salvo los casos en los que haya una autorización expresa. Esta excepción sustentará la actividad en espacios corporativos, como las cuentas que la propia Guardia Civil tiene en Twitter, Instagram o TikTok, donde da difusión a sus actividades, operaciones, consejos de seguridad para la ciudadanía o explicaciones sobre cómo actúan sus unidades.
Según este mismo Real Decreto, los agentes del Instituto Armado sí podrán, en cambio, llevar tatuajes visibles mientras portan el uniforme.