El hipotiroidismo es la disminución de la función de la glándula tiroidea y que afecta de manera especial a las mujeres, confundiéndose en muchos casos con el cansancio común que se sufre tras una larga jornada de trabajo. Hablamos del hipotiroidismo y sus síntomas.
Este trastorno es «de cinco a ocho veces más frecuente en mujeres que en hombres, y los períodos más vulnerables ocurren tras el parto o la menopausia», explica el endocrinólogo del Hospital Nisa 9 de Octubre de València, Jorge Sales. Ocurre cuando la glándula tiroidea no es capaz de liberar a la sangre suficiente cantidad de hormonas tiroideas, lo que afecta a cerca del 10 por ciento de las mujeres entre los 40 y los 50 años, según el experto.
La realidad social de muchas mujeres les lleva a la aceptación de que sentirse con regularidad bajo mínimos es normal, dada la carga de tareas que suelen soportar, y que nada se puede hacer para evitarlo. Y así, «la resignación acaba por enmascarar ciertas causas» que explican el cansancio, la apatía, la debilidad muscular, la somnolencia y otros muchos síntomas que, sin duda, «menoscaban la calidad de vida», explica el doctor Sales.
El hipotiroidismo: estos son los síntomas
El tipo más frecuente de hipotiroidismo es el primario, es decir, el ocasionado por una enfermedad de la glándula tiroidea. Dentro del grupo de hipotiroidismo primario, la causa más frecuente es la tiroiditis crónica autoinmune, que consiste en la lenta destrucción de la glándula por las células de del sistema inmunitario. Otras causas son la tiroidectomía (extirpación de la glándula como tratamiento de otra enfermedad), el tratamiento con radioyodo (se administra en ciertos tipos de cáncer de tiroides), el uso de otros fármacos (como la amiodarona, litio, interferón, etcétera) y la deficiencia de yodo alimentario.
La tirotropina (TSH) es una hormona secretada en la hipófisis que regula la producción de las hormonas tiroideas T4 y T3, que tienen como misión fundamental regular las reacciones metabólicas del organismo. Cuando el hipotiroidismo produce una disminución de hormonas tiroideas, la secreción de TSH aumenta, forzando a la glándula tiroidea para alcanzar un nivel normal de hormonas tiroideas.
Los avisos del hipotiroidismo
Cansancio, piel seca, intolerancia al frío, somnolencia, lentitud de reacción y pensamiento, voz grave, edema facial, pulso lento, hipertensión, anemia, aumento de colesterol, estreñimiento, alteraciones menstruales, debilidad muscular y cierta ganancia de peso son los síntomas más frecuentes.
«Por desgracia, se sigue simplificando la patología tiroidea, asociando hipotiroidismo a ganancia de peso e hipertiroidismo a lo contrario», lamenta el especialista. En el hipotiroidismo se produce una disminución del consumo energético y se acumulan glucosaminglicanos en los tejidos, que hacen que «el sujeto pueda ganar unos kilos, pero nunca inducir por si solo una obesidad», aclara.
Una vez recibe el tratamiento adecuado, esta tendencia «debe de desaparecer, y una persona hipotiroidea no equivale a una persona obesa, ni está condenado a ser obeso», añade Jorge Sales.
¿Cuál es el tratamiento?
Si el hipotiroidismo es definitivo y no transitorio, requiere tratamiento para toda la vida. Se trata de administrar la hormona tiroidea que el organismo es incapaz de generar por sus propios medios. «No hay ningún tratamiento natural que sea eficaz», y aunque se trata de una medicina, «hay que recordar que se le administra la sustancia que produce el tiroides», es decir, se trata de un «tratamiento sustitutivo», explica el doctor.
La tiroxina se administra en dosis individualizadas para cada paciente, según sus características antropométricas, enfermedades asociadas, grado de hipofunción tiroidea, edad y estado evolutivo. Los especialistas recalcan que las personas con hipotiroidismo no necesitan atender a estilos de vida diferentes, ya que «un sujeto hipotiroideo bien tratado se puede considerar una persona sana», concluye Sales.