MADRID, 6 Ago. (CHANCE) – Aunque Máxima de Holanda vigila con recelo la seguridad de sus hijas, igual que la intimidad de su vida privada, no puede evitar que como adolescente caían rendidas a las redes sociales, que no entienden del color de la sangre ni de títulos reales, aunque tengan que disfrutarlas desde el secreto y el anonimato.
Según la periodista holandesa Vivian Kramer del portal De Oranjes, especializado en la familia real del país, la hija mediana de los reyes Guillermo Alejandro I y Máxima de Holanda, Alejandra, tiene a sus 13 años una cuenta de Instagram en la que pide consejos sobre sus estilismos y desacredita varios perfiles que se hacen pasar por ella,
En el perfil no incluye su nombre y en la foto del perfil sale enmascarada con el hocico y orejas de un oso de peluche, pero las prendas que comparte pidiendo opinión a sus seguidores coinciden a la perfección con las que luego ha lucido en varias actos públicos, como la blusa blanca con volantes y un pantalón negro con una franja roja y blanca en el lateral y que unos días después llevaba en la sesión de fotos del 80º cumpleaños de su abuela, la princesa Beatriz. Lo mismo ocurre con las zapatillas de colores que llevaba en el posado veraniego de la familia en 2017.
Además, entre los votos a favor figuran los se su prima la condesa Eloísa, además entre sus seguidores figuran la cuenta que los hijos de los príncipes Constantino y Lorenza tienen dedicada al perro que es la mascota familiar. Además otra prueba que confirma su identidad es la imagen de un vestido de Sandro Paris, declarándose fan de la marca después de lucirla en varias ocasiones.
Pero además Alejandra utiliza su cuenta secreta para desacreditar las que se hacen pasar por ella dejando comentarios como «Por supuesto que es guapa, pero eso no significada que esta cuenta sea real» o «el creador de este perfil es realmente estúpido si piensa que la gente lo cree», incluso desafiando a quienes se hacen pasar por ella, retándoles a «subir un selfie».