Si algo caracteriza al actual vestuario del Valencia CF es la unión. Es habitual escuchar la palabra “familia” cuando los jugadores hacen referencia al grupo y no lo hacen de cara a la galería. Sobre el césped todos van a una, fuera de él se comportan como un grupo de amigos de toda la vida, de ahí que sea habitual ver a los jugadores juntos compartiendo aficiones que sirven para reforzar las raíces que les unen en su profesión, como la de tomar mate.
Cuando a principios de enero llegó “Lucho” Vietto al Valencia CF lo hizo con su inseparable termo y el mate. En el día a día de un argentino forma parte de su vida, de ahí que en Europa es habitual verles acompañados allá donde van por su inseparable mate. Esos primeros días de convivencia era algo “raro” aunque para Vietto es algo normal desde chico, pero despertó curiosidad entre sus compañeros. Neto se sumó, luego fue Zaza quien quiso probar y le gustó, Santi Mina había tomado en temporadas anteriores, pero quería dar un paso más y Vietto le enseñó a prepararlo, más tarde se unió Murillo y los últimos han sido Andreas y Gabriel Paulista. ¿Se animarán el resto? Seguro que sí.
Como reconoce Vietto, esta tradición “sirve para la unión del grupo, porque nos juntamos varios a tomar mate y hablamos”. El mate está presente en el vestuario, pero también los futbolistas lo toman cuando viajan en avión y también está preparado en el autobús después de los partidos, camino del aeropuerto. ¿Cuál es el secreto? En la preparación, ninguno. Se calienta el agua, colocas la hierba en el termo, viertes el agua, colocas la bombilla… y listo.
En Argentina es habitual sentarse a hablar con los amigos entorno al termo del mate, comentando cómo va la vida… afianzando la unión entre ellos, como ocurre en el Valencia CF, donde tomar mate es un motivo más para la unión del grupo en el camino para hacer realidad la ilusión de volver a la Champions.