Síguenos

Deportes

El Valencia, a cuartos de la Copa con hat trick de Vietto (4-0), por @JordiSanchiss

Publicado

en

Vietto Valencia CF okk

El Valencia ha arrancado el año sin dejar lugar a las dudas sembradas a finales de 2017. Llegó la victoria en la Liga y, esta noche, la brillante clasificación para los cuartos de final de la Copa. El conjunto de Marcelino volvió a ser competitivo y demostró que tiene hambre. Un grupo compacto que desarrolló contra Las Palmas un fútbol de muchos quilates para superar ronda por la puerta grande, con un Luciano Vietto estelar.

De nuevo hizo rotaciones Marcelino, que se dejó en el banquillo hasta a cuatro titularísimos habituales. En esta ocasión, ni un pero a los once que comenzaron el partido, que no cayeron en la relajación incial en la que suele caer este equipo. Salieron a presionar, a morder, a por el rival. La ligera ventaja en la eliminatoria que les concedía el gol de Rodrigo en la ida no era suficiente, y desde el minuto 1 buscaron la sentencia.

El Valencia no sufrió atrás, con Paulista y Vezo muy seguros, y en el centro del campo, Maksimovic y Kondogbia se hicieron los dueños. En ataque, la velocidad de Andreas y Nacho Gil desbordaba una y otra vez a los defensas de Las Palmas. La calidad la ponía Vietto y lo demás, Zaza. El italiano corrió, incordió, jugó de espaldas y de cara, asistió, remató… hizo de todo, y todo bien.

La primera media hora fue una auténtica exhibición blanquinegra, con la posesión para los visitantes y la verticalidad y el peligro real para los locales. Rozaron el gol todos los atacantes: Nacho Gil por dos veces, Zaza, Vietto y Andreas Pereira. Muy injusto que el marcador siguiera con empate a cero, hasta que en una jugada iniciada por el portero Jaume, se derrumbó la muralla.

Contra eléctrica tramada por Zaza y Vietto, el balón a la izquierda para Nacho Gil que centra, Zaza se lanza en plancha y Lizoaín casi de milagro saca con el pie. Pero Vietto, muy atento, remacha al fondo de las mallas. El delantero argentino celebraba con el tanto su titularidad recién estrenada y, de paso, ponía fin a sequía goleadora de más de un año que arrastraba de su etapa colchonera. 1-0, minuto 29.

Tras tanto juego a tanta velocidad, el Valencia levantó el pie del acelerador, y los amarillos adelantaron líneas. El primer tiempo finalizó con un gol anulado a Calleri por empujón previo a Vezo. Pareció más falta en vivo que en las repeticiones.

Los de Marcelino habían tomado oxígeno, y en la reanudación volvió el vendaval. Tan solo habían transcurrido dos minutos cuando se interna por la derecha Pereira, que por fin firmó una gran actuación, que asiste a Vietto para que, con un toque sutil eleve por encima del guardameta y marque el 2-0.

Calleri pudo reducir distancias, pero falló una oportunidad clamorosa. Fue el último atisbo de presencia canaria en el estadio valencianista, porque a partir de ese momento los jugadores del sobrevalorado Jémez bajaron los brazos y desaparecieron completamente.

En una de tantas pérdidas de Las Palmas en la salida desde la retaguardia, Maksimovic robó y lanzó un zapatazo desde la frontal para conseguir el tercero. Todo quedaba resuelto con este bonito gol. El serbio fue largamente ovacionado tras el 3-0 y también cuando fue sustituido.

Vietto Valencia CF

Pero lo mejor estaba por llegar. A pesar de lo abultado del resultado, los valencianistas seguían mordiendo, querían más. Y en una recuperación en la medular, la locura. Vietto lanza desde 42 metros y la cuela por la escuadra para redondear su hat trick particular. Golazo, 4-0. Delirio en Mestalla, que ya se ha puesto a los pies de su nuevo ídolo. La ovación cuando fue retirado por Marcelino, de las que hacen época. Luciano no había marcado ni un gol en todo 2017, y en los que llevamos de 2018 ya lleva tres. ¡Que siga la fiesta!

4. Valencia CF: Jaume, Montoya, Vezo, Gabriel Paulista, Lato, Kondogbia, Maksimovic (Parejo, m. 62), Andreas, Nacho Gil (Ferran Torres, m. 66), Vietto (Rodrigo, m. 70) y Zaza.

0. UD Las Palmas: Raúl Lizoain, David Simón. Lemos, J. Castellano, David García, D. Castellano (Borja, m. 74), Vicente Gómez, Hernán (Aquilani, m. 61), Halilovic (Tana, m. 79), Jairo y Calleri.

Goles: 1-0. M. 29: Vietto. 2-0. M. 48: Vietto. 3-0. M. 54: Maksimovic. 4-0. M. 65: Vietto.

Árbitro: Del Cerro Grande, del comité madrileño. Amonestó a Lato del Valencia CF, y a David García de la UD Las Palmas.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Deportes

Javi Guerra, 27-04-2023: radiografía de un gol que cambió el rumbo del Valencia

Publicado

en

Javi Guerra
La piña de compañeros, segundos después de haber marcado su celebrado tanto. EFE/ Kai Försterling/ARCHIVO

Nacho Herrero

València, 26 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- A las 21.25 del jueves 27 de abril de 2023, este sábado hace un año, Javi Guerra hizo estallar Mestalla con un gol en el descuento ante el Valladolid que sacó al Valencia del descenso y que en el imaginario colectivo del club ha quedado como punto de inflexión hacia una agónica salvación.

Cuando aquella tarde el autobús de la plantilla llegó a Mestalla sobre las 17.30, dos horas antes del choque de la jornada 31, le recibieron cientos de seguidores en la Avenida de Suecia, muchos de ellos jóvenes dada a hora.

Guerra, que tenía 19 años y cumplió 20 dieciséis días después, tenía sus cosas preparadas en el vestuario entre las de Alberto Marí y Jaume Doménech. No era una taquilla personalizada con su foto porque entonces tenía ficha del filial.

De hecho, llegaba con un escueto bagaje de 68 minutos en Primera que había conseguido en los anteriores once días y que se dividía entre los 18 en la derrota por 0-2 ante el Sevilla, incluidos ocho de descuento, y los 50, con cinco de prolongación y mucho más felices, del domingo anterior en Elche, donde hubo un desplazamiento masivo de aficionados.

Pese al 0-2 del Martínez Valero, el Valencia era decimoctavo, antepenúltimo, con 30 puntos, los mismos que el Almería, que era cuarto por la cola y que el día antes había aumentado la presión sobre los de Rubén Baraja al ganar en Getafe.

Aquella tarde, la angustia se disparó en Mestalla entre las 19.35 y las 20.43. Fueron casi setenta minutos en los que se asomó al abismo del descenso. A los seis de empezar el partido, un error de Mouctar Diakhaby en un control permitió a Cyle Larin adelantar al Valladolid. Cuarenta minutos después, Javi Puado marcó para el Espanyol en Vila-real. El equipo ‘perico’, que tenía 28 puntos, estuvo virtualmente durante media hora, con 31 y dejaba al Valencia penúltimo.

Antes de las 21 horas, la historia empezó a cambiar en los dos escenarios. Entre las 20.44 y las 20.54, Étienne Capoue y Dani Parejo le dieron la vuelta al marcador en La Cerámica. Sobre las 20.52 Mestalla había vivido su primera explosión de júbilo. Diakhaby remató un córner de cabeza sin aparente peligro pero el portero Jordi Masip, en otro error mayúsculo, pensó que iba fuera y dejó pasar el balón a su red.

Guerra lo vio desde el banquillo y saltó como un resorte. Se abrazó a Cenk Özkacar y a Marí, al que tenía a su izquierda en el banquillo tras haber salido a calentar su primer ‘vecino’, Diego López. En el asiento de la derecha tenía a Cristhian Mosquera.

Ese día acudieron a Mestalla 42.217 espectadores y un invitado: Kily González. El argentino había jugao su último partido oficial en Mestalla veinte años antes, cuando Guerra acababa de nacer. En verdad, los 27 de abril ya se veneraban en Mestalla antes del gol de Guerra y en parte era por él.

Aquel día pero en 2002, el Valencia recibió al Espanyol en la jornada 36. El equipo perico se adelantó, Amadeo Carboni fue expulsado y el sueño del título se esfumaba. Rafa Benítez dio entrada al Kily en el 66 y en el 78 el Valencia había enloquecido Mestalla con una remontada con dos asistencias suyas a Baraja. Ocho días después, el club conquistó la Liga tras más de treinta años de sequía.

De nuevo en 2023, pese a que el Espanyol ya perdía en Vila-real y el Valencia había recuperado un punto, el empate era poco consuelo. Se quedaba con 31 puntos, empatado con el Getafe en la frontera del descenso y ni eso parecía seguro. El Valladolid, inmerso también en la batalla por la permanencia, buscaba el triunfo e Iván Fresnada estrelló en el larguero el 1-2.

En el minuto 83, Baraja hizo entrar a Diego López y a Ilaix Moriba. En ese momento mandó a Guerra a calentar, al parecer, más por precaución que por otra cosa, porque la activación previa suele ser mucho más larga. Pero André Almeida estaba muy fatigado.

Guerra no estuvo en la banda ni cuatro minutos e incluso su calentamiento ‘exprés’ fue algo más largo porque Baraja le tuvo que llamar dos veces. Cuando el reloj marcaba 86 minutos y 57 segundos, su primera señal para que regresara y saliera confundió al jugador. Veinticinco segundos después, contrariado, tuvo que repetir la llamada para poder sustituir al luso.

El joven llegó a la carrera y se puso la camiseta que ahora guarda en su casa de Gilet y que colgaba de su silla con el número 36, el que se le asignó en pretemporada. No fue Baraja, con el que apenas intercambió un par de palabras, sino su ayudante, Toni Seligrat, quien le dio indicaciones.

Finalmente, entró en el minuto 88 y 35 segundos y participó en tres acciones antes de la jugada decisiva. En ella, frenó un contragolpe pucelano al interceptar un pase de Robert Kennedy y soltó a Ilaix un balón que pasó por Diego López y de nuevo por Moriba antes de regresar a sus pies.

Controló la pelota con el izquierdo y con el primer toque con el derecho dejó atrás a Óscar Plano; con el segundo y el tercero avanzó y retomó la zurda para disparar desde la cruceta de la línea del área con su corona. Su trallazo cruzado pasó juntó a Joaquín Fernández y entró por el palo más alejado de Masip. Era el minuto 92 y 9 segundos y llevaba apenas 214 segundos en el campo.

Como veintiún años antes hiciera Baraja tras marcar contra el Espanyol en esa misma portería del fondo norte, Guerra abrió los brazos cuando vio la pelota en la red. Como le pasó al vallisoletano, la inercia de la diagonal que había trazado le llevó al córner más cercano a la tribuna. Ambos goles comparten lugar de celebración y piña colectiva.

Guerra, algo incrédulo, se giró a mitad de su carrera. El primero que le alcanzó fue el capitán José Luis Gayà pero pronto llegaron otros, incluso el portero Giorgi Mamardashvili, que se recorrió todo el campo. Mestalla había explotado y los vídeos y las fotografías muestran euforia, liberación y algún torrente de lágrimas incontrolable.

Sobre la bocina del minuto 95, sin añadir más de los cinco minutos previstos, José Luis Munuera Montero, señaló el final. Sus tres pitidos pillaron a Guerra en el medio campo y Toni Lato y Hugo Duro se lanzaron a abrazarle. De ahí fueron todos al fondo sur a agradecer el apoyo de la Grada de Animación.

Fue entonces cuando se le avisó de que era el elegido para la ‘Flash Interview’ de la televisión con derechos. “Me la ha dado Ilaix y tampoco veía un pase claro. He amagado, me he ido del defensor que tenía y me dio por tirar”, explicaba.

Esa temporada Guerra había acumulado 2164 minutos en Primera RFEF con un único gol, ante el Espanyol B. Tampoco había visto puerta ante el Sevilla y el Elche ni, al parecer, apenas en Paterna. “Javi Guerra no ha metido un gol en un entrenamiento, os lo juro”, escribió jocoso esa noche Hugo Duro en las redes sociales.

Antes de retirarse al vestuario, Guerra abrazó a sus padres y a su abuelo que le esperaban en la grada más cercana al túnel. Con el anciano empezó a jugar al fútbol en el jardín de una urbanización de Canet entre dos árboles, y era él quien le llevaba en tren a Vila-real, puesto que se formó en la cantera ‘grogueta’ hasta 2019.

Tras un nuevo estallido de alegría en el vestuario, regresó al césped. Era de los que menos había jugado y tuvo que hacer el ‘compensatorio’, un suave entrenamiento, ya con las gradas vacías.

Baraja había llegado a la sala de prensa y desde allí le recomendó que apagara el móvil, se fuera a casa y le diera un abrazo a sus padres. No le hizo caso y salió a cenar con sus amigos, que le esperaban en la Avenida de Suecia, donde cinco horas antes había comenzado todo.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram.

Continuar leyendo