València, 3 nov (EFE).- La Asociación de Vendedores del Mercado Central de València ha presentado una instancia al Ayuntamiento en la que solicita la instalación de un helipuerto en el entorno del recinto con el fin de garantizar el suministro de productos frescos, como alternativa a la propuesta municipal de cambiar el sentido del tráfico en la calle Calabazas.
Los vendedores se concentrarán este miércoles, a las 12.30 horas, en la puerta de la Pescadería, en la Plaza Ciudad de Brujas, para visibilizar esta reclamación al considerar «inviables e ineficaces» las alternativas ofrecidas por el consistorio, informa la asociación en un comunicado.
Los vendedores manifestaron en un escrito, presentado el pasado 19 de octubre, su oposición a la propuesta municipal de cambiar el sentido del tráfico en la calle Calabazas por considerar que esta medida imposibilitaba la logística de carga y descarga necesaria para mantener la actividad del mercado.
Del mismo modo, reclamó al consistorio que cumpliera su compromiso verbal de no poner en funcionamiento las cámaras de control de tráfico en la zona hasta que finalizaran las obras de reurbanización del entorno.
La presidenta de la asociación, Merche Puchades, considera esta medida una «aberración» que denota una «falta absoluta de empatía» ante el impacto que genera en la actividad diaria de este mercado, ya que obliga a todos los vehículos que descargan en la única zona que actualmente tienen para descargar (calles Calabazas y Palafox) a girar por la calle Linterna y cruzar Músico Peydró, que es una calle peatonal, o dar la vuelta por toda la ciudad».
Puchades lamenta además que «olvida que el Mercado Central tiene una actividad comercial de casi 300 puestos, donde, además de los mismos vendedores, vienen cerca de 500 proveedores diferentes a lo largo de la semana para reparto de mercancías» y reitera su malestar porque el Ayuntamiento haya sido «incapaz de retrasar unos meses estas medidas de control de tráfico, en respeto a una actividad comercial de la que dependen muchas familias».
La Asociación de Vendedores del Mercado Central decidió presentar formalmente una solicitud al Ayuntamiento, mediante instancia por Registro de entrada, el pasado 19 de octubre, tras tener conocimiento de que la Concejalía de Movilidad se disponía a poner en funcionamiento la cámara ubicada en la calle de María Cristina.
El consistorio informó asimismo de que todas las cámaras del Área de Prioridad Residencial de Ciutat Vella Nord entrarían en funcionamiento de manera informativa hasta el 1 de diciembre, fecha en la que se empezarán a imponer sanciones económicas.
La asociación solicita que no se pongan en funcionamiento las cámaras de las calles María Cristina y Vieja de la Paja hasta el fin de las obras o, al menos, hasta que se pueda circular por la Plaza Ciudad de Brujas, para que los vehículos autorizados puedan seguir en línea recta hacia la calle Carda y los no autorizados puedan girar por la rotonda que va a permitir el cambio de sentido en la plaza Ciudad de Brujas hacia la Plaza de San Agustín.
Piden asimismo no cambiar el sentido de la calle Calabazas hasta que no esté abierto el acceso por la Plaza Ciudad de Brujas, ya que es la única forma de acceder a los solares cuando los vendedores sacan su vehículo del sótano del Mercado Central (habilitado para carga y descarga solo hasta las 11:00 horas).
Reclaman por último «comprensión y empatía, no solo con los cerca de 80 vendedores que se autoabastecen, cargando y descargando personalmente, sino también con los 500 proveedores que suministran género a la totalidad de puestos de venta del Mercado Central».