València, 5 dic (EFE).- El padre de los niños que fueron asesinados presuntamente por él y su mujer en Godella (Valencia) el pasado mes de marzo presentará una querella contra la abuela materna de los menores por considerar que mintió en su declaración como testigo ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Paterna (Valencia), que investiga lo sucedido.
Según han informado a EFE fuentes del caso, el letrado que representa al padre de los niños sostiene que la abuela materna mintió al explicarle al juez que el padre había tenido episodios violentos con su familia y había llegado a amenazar con un cuchillo a su propia madre.
Asimismo, esta parte ha solicitado al juez instructor que reclame información al centro de salud de Godella para que certifique si la madre de los menores fue atendida entre los días 10 y 13 de marzo -el crimen se cometió el 14- y por qué facultativo.
Esta parte sostiene que el padre de los menores llevó a su compañera, la madre de los menores asesinados, a este centro de salud porque presentaba síntomas de ansiedad y se mostraba irascible, si bien «fue enviada a casa sin prestarle demasiada atención», ha explicado este letrado a EFE.
Un hecho similar, según esta parte, se produjo el mes anterior, en febrero, en el mismo centro de salud.
El juez que instruye el caso deberá decidir en los próximos días si acuerda que se realice la reconstrucción de los hechos en presencia de los dos acusados por la Fiscalía de asesinato y profanación de cadáveres, el padre y la madre de los menores, tal y como ha solicitado el fiscal.
Asimismo, deberá pronunciarse sobre la admisión de varias pruebas documentales y la práctica de testificales solicitadas por la defensa del padre.
Entre ellas, la inclusión en la causa de las cartas remitidas por la madre tras el ingreso de ambos en el centro penitenciario de Picassent (Valencia).
El pasado 14 de marzo fueron hallados muertos y enterrados en una vivienda del término municipal de Godella un niño de 3 años y medio y una niña de apenas cinco meses, hijos de los procesados.
El hallazgo se produjo nueve horas después de que la madre, que fue hallada desnuda y oculta en un bidón, confesase su ubicación.
Los cuerpos fueron enterrados en dos fosas, una a unos 75 metros de la vivienda que ocupaba la familia de forma ilegal, y el otro a unos 150 metros, en el suelo.
La pareja carecía de vehículo y recibía alimentos de conocidos suyos.
En los días posteriores a este suceso, la madre fue objeto de varios análisis médicos para tratar de determinar si sufre alguna enfermedad mental. EFE