El Grupo Municipal Popular presentará el jueves una moción al pleno de octubre para pedir que se paralice el cierre del centro histórico con cámaras y multas. Las cámaras de vigilancia del tráfico se activaron este mes, pero a partir de diciembre se multará a quien entre en la zona sin ser autorizado.
Catalá ha asegurado que no debe llevarse adelante la medida “sin dialogar antes con vecinos, hosteleros y comerciantes del centro quienes han solicitado la mesa de movilidad. Debe tomarse la medida desde el consenso, antes de prohibir hay que dar alternativas a los ciudadanos”.
Ni vecinos ni comerciantes ni servicios de reparto están aún preparados para el cierre que será efectivo a partir de diciembre. “No es momento, con un centro cortado por obras y peatonalizaciones, de poner más barreras a los ciudadanos que quieren seguir realizando actividades en el centro de la ciudad. Han sido duros los últimos años, por la mala gestión de la pandemia, y el daño que está provocando ya el cierre del centro”, explicó Catalá.
El PP presenta la moción para que se paralice la puesta en servicio “pues no es el momento de poner más palos en la rueda a comerciantes y hosteleros del centro”, afirma Catalá quien ha advertido que la puesta en marcha del control de acceso a Ciutat Vella con cámaras y multas va a ser la puntilla para el comercio y la hostelería del centro de la ciudad asfixiado, que lleva desde que se inició la pandemia sufriendo una grave crisis con cierre de muchos negocios y con pérdidas que se tardará en recuperar.
Los populares han pedido que se retrase la puesta en marcha del cierre del centro con cámaras hasta que se llegue a un acuerdo con vecinos y comerciantes. Debería esperarse a que normalice la situación, se terminen las obras y se abran los dos aparcamientos que hoy están cerrados, Parcent y la Reina que ha dejado a esta zona sin cerca de 600 plazas menos de aparcamiento.
Catalá reclama más información sobre la medida y por ello es necesaria “una campaña de publicidad para que los vecinos sepan exactamente de cómo se puede realizar la tramitación y por último revisar de manera integral la movilidad de los barrios de Ciutat Vella para hacer atractivo la residencia y actividad comercial en sus barrios; especialmente en las líneas de la EMT y en las direcciones de sus calles para evitar bucles de circulación”.
Pérdida de plazas de aparcamiento
La falta de aparcamiento en el centro de la ciudad es ya una realidad desde que llegó al Gobierno Ribó y el PSOE, solo los tres distritos de Ciutat Vella, L’Example y Extramurs del centro han perdido en este tiempo 4.259 plazas para estacionar en sus calles. La portavoz del Grupo Municipal Popular, María José Catalá, ha señalado que “esto daña directamente al comercio y la hostelería del centro de la ciudad, ya que se une al cierre y la eliminación de trayectos de las líneas de la EMT que ya no llegan hasta el centro”.
El distrito donde las pérdidas de zonas de aparcamiento se ha agravado es Ciutat Vella que ha pasado de disponer 822 en 2015 a las 232 plazas en 2019, una reducción de casi 600 plazas lo que significa un descenso del 72%, lo que hace casi imposible aparcar en esta zona para ir de compras o consumir en su oferta hostelera.
El cierre del aparcamiento de Parcent (250 plazas) y el cierre del parking de la plaza de la Reina (348 plazas) para su reforma, lo que dejará al centro de la ciudad con cerca 600 plazas menos de aparcamientos públicos en el centro histórico.
El siguiente distrito donde se ha mermado un importante número de plazas es l’Exiample que disponía de 5.748 en 2015 y ahora dispone de 3.676, ha perdido 2.072 plazas, un merma de 36%. Y le sigue Extramurs que ha pasado de las 6.376 plazas que tenía hace cinco años a las 4.779 al cierre del año 2019, una reducción de 1.597 plazas lo que representa un descenso del 25%, se ha perdido una de cada cuatro.
Y también El Pla del Real ha perdido 1.528 aparcamientos en sus calles, pasando de las 6.201 del año 2015 a las 4.673, un descenso del 25%. Y otros distritos como Camins al Grau se ha reducido un 26% el número de aparcamientos lo que significa 930 plazas menos, Patraix ha perdido 446 plazas o Jesús con 352 aparcamientos menos, Campanar ha visto reducida la posibilidad de aparcar en sus calles en 491 plazas menos.
Además, el centro de Valencia ya ha perdido 250 plazas por el cierre del parking público de la plaza de Parcent, tras el Mercado Central. Una nueva piedra en el camino que no falicita las compras y el consumo en el corazón de la ciudad. “A las dificultades para accederse ha unido una pérdida de plazas de aparcamiento tanto en superficie como en aparcamientos públicos, y esto no ayuda ni a nuestros comerciantes ni a nuestros hosteleros inmersos en una crisis provocada por el COVID 19 y agravada por la mala planificación del Gobierno de Ribó y PSOE que ha comenzado las obras al mismo tiempo en el centro y con importantes retrasos”.