VALÈNCIA, 26 Nov. – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) acaba de declarar el ‘Regadío histórico de l’Horta de València’ como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), candidatura que ha contado con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y que fue presentada por el Ayuntamiento de València, en colaboración con la Universitat Politècnica de València y otras instituciones.
Según ha informado el Ministerio en un comunicado, l’Horta «reúne todos los requisitos que exige un SIPAM, ya que cuenta con el valor añadido de establecer un vínculo entre lo rural y lo urbano, así como con un sistema productivo en el que se integran las culturas agrícola e hidráulica, labradas durante siglos desde el inicio de la dominación árabe en la zona, que han ido conformando un paisaje único, la huerta de Valencia y la Albufera, que se integra en la conocida huerta mediterránea».
Con una red de riego que se extiende por la zona agrícola periurbana de la ciudad de València y de docenas de municipios del norte, oeste y sur del área metropolitana, geográficamente, la parte irrigada abarca una llanura costera con una pendiente suave que disminuye lentamente desde el interior hasta el mar.
Su particular paisaje, integrado por campos de cultivo, canales de agua, caminos rurales y edificios tradicionales (barracas y alquerías) y también por el Parque Natural de la Albufera, «ha sido conformado por un sistema de irrigación que se abastece del río Turia y hunde sus raíces en la herencia árabe». Se trata de un sistema de regadíos que ha ido diseñándose durante siglos. Desde el río Turia se extiende un sistema de acequias de riego, originalmente diseñado en la época medieval, que fluye por gravedad.
Las acequias de riego del sur desembocan en el parque natural de la Albufera, un lago cuya configuración actual como reservorio de agua dulce «ha sido alimentada por remanentes hídricos de las áreas históricamente irrigadas». Es un parque natural donde el arroz y la pesca artesanal tradicional conforman un sistema «vivo y vulnerable».
De este modo, el regadío histórico de l’Horta como SIPAM es el resultado de una estructura histórica que data de hace siglos, basada en una red de riego (acequias), caminos rurales o alquerías que definen su patrimonio físico; un sistema agrícola, agrodiverso en cultivos mediterráneos, que se origina y coexiste con esta estructura; una cultura hidráulica representada por reglas milenarias de uso del agua, heredadas de la época medieval y gobernadas por instituciones como la Real Acequia de Moncada y el Tribunal de las Aguas y un sistema hídrico que, en su parte sur, fluye hacia el Parque Natural de la Albufera.
«L’Horta de València es uno de los paisajes de huerta mediterránea más relevantes de Europa, un espacio de valores productivos, ambientales, culturales y visuales probados, a pesar de las presiones de la urbanización», señala el Ministerio.
CUARTO RECONOCIMIENTO EN ESPAÑA
El ‘Regadío histórico de l’Horta de València’ se convierte de esta forma en el cuarto reconocimiento como SIPAM obtenido por España, que ha sido, además, pionera en Europa en obtener dicho reconocimiento en 2017. Se suma a los reconocimientos ya obtenidos por el ‘Valle Salado de Añana»‘ (Álava), la ‘Uva pasa de la Axarquía’ (Málaga) y los ‘Olivos milenarios del Territorio Sènia’, que abarca varios municipios de las autonomías de Cataluña, Aragón y Comunitat Valenciana.
La figura SIPAM fue creada por la FAO en 2002 para promover y garantizar el futuro de sistemas agrícolas tradicionales que han modelado «paisajes estéticamente impresionantes y que combina la biodiversidad agrícola con ecosistemas resilientes y un valioso patrimonio cultural».
Todo ello «busca el impulso de estas regiones en base a la consideración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la social y la medioambiental», ha detallado el Ministerio. Los más de 50 SIPAM reconocidos hasta el momento en más de 20 países del mundo «reflejan una amplia variedad de tipos de agricultura que revelan la sabiduría humana a la hora de superar las dificultades inherentes a sus territorios».
Los SIPAM «cumplen también con el objetivo de identificar y salvaguardar paisajes con biodiversidad agrícola y sistemas de conocimiento asociados que contribuyen a la obtención de beneficios sociales, culturales, ecológicos y económicos a todos los niveles (local, regional, nacional y mundial)».
Fuente:(EUROPA PRESS)