Es deporte y a veces se gana y otras se pierde. A veces ganas quien más lo merece y otras no. Son deportistas y humanos, a veces también fallan y otras aciertan. Pero todos quieren ganar. La competitividad forma parte del ADN del deportista.
Con esto no quiero justificar el Mundial que ha hecho la selección española ni a los futbolistas, con esto quiero decir que la derrota, igual que las lesiones, forman parte de la competición. Es la parte fea del deporte. Y es que es muy difícil ganar, de ahí la importancia de la victoria. Campeón solo hay uno.
Antes de empezar el Mundial, nadie dudaba de De Gea, portero con experiencia y calidad sobradamente contrastadas para una cita de esta importancia. Muchas dudas había sobre Diego Costa, sin hacer una fase de clasificación buena, fue el mejor ante Portugal. Pero el fútbol es un deporte de equipo. Si no lo fuera así, Argentina, con el mejor jugador del mundo, seguiría en la competición.
En España solemos vivir del recuerdo, nos gusta regodearnos en él, en el pasado, ya sea bueno o malo. Y en el pasado de la selección española hay mucho de muy bueno, pero es pasado, todos nos hacemos mayores y este recuerdo nos tiene que motivar y servir para aprender lo que España hizo muy bien para hacerlo igual. Mayor se ha hecho Iniesta, que se despide de la selección con este mal sabor, pero a quienes nos gusta el fútbol solo podemos darle las gracias, y no solo por el gol en la final del Mundial de Sudáfrica, las gracias por hacernos disfrutar del deporte.
Y este Mundial me ha servido para confirmar algo que ya venía observando en el periodismo y que no me gusta. El “ periodismo de bufanda “. Si a la selección le va bien, nos va bien a los periodistas que nos dedicamos a esto, pero es que cuando estamos trabajando, somos periodistas, no aficionados. La línea que lo separa es muy fina, pero lo que nos diferencia a los profesionales de los aficionados es que sabemos diferenciarla.
También se ha hablado mucho en el Mundial del acoso que están sufriendo las compañeras. Las entiendo perfectamente y no es algo nuevo, pero sí es importante que se ponga el “ foco“ y que no se toleren esta clase de actitudes que lo único que muestran es falta de educación.
El fútbol, el deporte, deben servir para unir y para ensalzar los valores que se le presuponen.