El llamado síndrome post-vacacional, también conocido como estrés o depresión postvacacional, es un concepto que se refiere a la ansiedad o presión emocional que debemos afrontar al readaptarnos a las tareas laborales después de un período vacacional.
Estos son los síntomas más claros, pero recuerda que puedes evitarlos. Para ello consultamos a nuestro experto de cabecera, el psicólogo clínico Francisco Bou, y atendiendo a sus consejos que nos ofrece en redes sociales hay que realizar un cambio adaptativo tras los días de vacaciones.
Cómo volver al trabajo y no enfermar en el intento
- Cuidado con los cambios bruscos en los ritmos vitales. En vacaciones nuestros ritmos vitales básicos eran diferentes…sueño, siestas, descanso, alimentación, horarios,etc. Intenta mantener en tu etapa laboral algunos que te ayuden a adaptarte mejor.
- El estado de ánimo es importante. Has pasado de la calma, la felicidad y el divertimento; a la tensión, la responsabilidad y en algunos casos…el estrés. Intenta que tu día a día laboral mantenga parte del guion vacacional. Actúa, cuando puedas, como si, estuvieras de vacaciones.
- Cambia tu lugar de trabajo. Introduce elementos visuales, auditivos…sensoriales que te hagan sentirme mejor.
- Tu actitud mental es importante. Nos sentimos como pensamos. Controla y vigila como te hablas y hablas. Que tus pensamientos y formatos de comunicación sean como en vacaciones…mas calmados, tranquilos, divertidos y distendidos. Recuerda…podemos elegir que pensar y como expresarlo, eso nos hará sentirnos mucho mejor.
- En vacaciones, me relaciono de forma diferente con las personas de mi alrededor. Mis actitudes son más calmadas y distendidas. Soy más paciente, divertido…soy mi mejor versión. En mi entono laboral he de intentar ser también mi mejor versión…. no la peor.
7 consejos para evitar el síndrome postvacacional:
1.- Un par de días antes de incorporarse al trabajo es bueno volver a la rutina sobre los horarios anteriores a las vacaciones. Hay que levantarse y acostarse pronto.
2.- Ser positivo. Si, ya se sabe que se prefiere estar en bermudas a estar de traje, pero seguro que si se piensa un poco se podrán rescatar varios argumentos por los que sentirse feliz de la vuelta al trabajo. Hacer una lista y escribirlos ayudará a ejercitar la mente y a sentirse mejor.
3.- Recuperar el control. Seguramente durante las vacaciones la autodisciplina, los horarios y algunas obligaciones caseras, se han ido con las olas. Es hora de volver a pescarlas.
4.- Y según se vaya recuperando tareas y obligaciones, para que estas no se hagan una montaña difícil de escalar, se deben priorizar aquellas que sean más importantes. Las escaleras se suben peldaño a peldaño.
5.- Seguro que se prefiere la arena blanca al asfalto ardiente, pero cerca del hogar existe algún espacio abierto y verde. Hay que aprovechar el buen tiempo para visitarlo.
6.- Aprovechar la vuelta para planificar el año. ¿Si los escolares comienzan el curso en septiembre, por qué no hacerlo mismo? Las buenas intenciones no comienzan después de la noche del 31 de diciembre, se pueden planificar desde ahora.
7.- Cuidar la salud. Es fundamental interiorizar la necesidad de cuidar la salud con una dieta equilibrada, realizando alguna actividad deportiva y procurando descansar las horas necesarias para realizar actividades diarias de manera óptima.