VALÈNCIA, Jul 2018. (EUROPA PRESS) – Expertos de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) alertan del aumento de las apuestas online entre los menores de edad a través de páginas web que les animan a jugar sin dinero. Así, apuntan que estas plataformas, junto con el anonimato y la inmediatez son algunos de los factores que llevan a los jóvenes a «probar suerte», según ha informado esta institución académica en un comunicado.
El doctor en Psicología y profesor del Máster Universitario en Prevención en Drogodependencias y otras Conductas Adictivas de la Universidad Internacional de Valencia, Manuel Isorna, ha explicado que «el gancho utilizado para captar a los jóvenes han sido y están siendo las webs de juego sin dinero».
Isorna ha comentado que «la mayoría de las webs de juegos de azar animan a jugar sin dinero a modo de práctica o de prueba» y ha señalado que «al jugar sin dinero propio no pesa en los jugadores la responsabilidad de perderlo». No obstante, ha destacado que «una vez han probado el juego se sienten animados a arriesgar y entonces es cuando comienzan a apostar dinero».
La VIU ha indicado que según datos del informe del primer trimestre de 2018 de la Dirección General de Ordenación del Juego, el sector del juego online continúa creciendo de manera muy notable. De este modo, ha expuesto que «las cifras demuestran que se está produciendo un incremento en las cuantías jugadas en prácticamente todas las modalidades de juego online» y ha precisado que son «las apuestas deportivas, el Póquer, las máquinas de azar online y la Ruleta las más populares», con el 90,09 por ciento del dinero jugado.
Asimismo, atendiendo a dicho informe ha señalado que «el volumen de negocio no para de crecer» y ha apuntado que «en 2017 los españoles se jugaron en internet más dinero que nunca», con 9.776 millones de euros en los primeros nueve meses del año. La universidad ha resaltado entre estos datos que «el 6,4 por ciento de los jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años ha jugado dinero en internet» y ha agregado que es «mucho más común en chicos (10,2 por ciento) que entre chicas (2,5 por ciento).
EL NEGOCIO DE LA PUBLICIDAD
Por otro lado, la Universidad Internacional de Valencia ha manifestado que aunque en España la publicidad para el juego presencial está prohibida desde hace años, las páginas de juego online pueden hacer anuncios en este país con el consiguiente fomento del «juego entre los jóvenes».
«Famosos deportistas se han prestado a realizar anuncios de casinos online retransmitiéndose al día en varios canales de radio y televisión. La imagen es siempre la misma. Mientras reparten las cartas, los jugadores sonríen y destilan glamour, todo con el encanto del juego online», ha planteado el experto de la VIU.
Manuel Isorna ha considerado que en estos casos «los intereses económicos son fuertes» y ha afirmado que «quizás tampoco nadie ha indicado (o sí)» a estos famosos «que su imagen puede contribuir a que muchos jóvenes acaben desarrollando una ludopatía». «Los adolescentes tienen mucha afición al deporte y es un terreno muy fácil para acercarse a ellos», ha agregado.
Asimismo, desde la VIU se apunta que «el fácil acceso a estos juegos a través de aplicaciones para el móvil y el ordenador, a los cuales pueden jugar las 24 horas del día, con apuestas de poco dinero, lleva a los adolescentes a creer que el riesgo es mínimo».
«El anonimato que les da internet y la inmediatez son dos de los motivos que les incitan a probar suerte. De hecho, comienzan a jugar en estas webs desde su propia casa o en grupos de amigos y apuestan a todo tipo de variables: quién marcará primero o cuántos goles marcará cada equipo», ha manifestado Isorna.
«LAS PÉRDIDAS LLEGARÁN»
El profesor ha aseverado que «lamentablemente, las pérdidas llegarán» y ha destacado que será «entonces cuando intentarán recuperar lo perdido». Ha comentado que «aunque ganen alguna vez, las pérdidas siempre superarán a las ganancias, lo que les llevará a pedir y, en ocasiones, robar dinero a familiares o amigos».
Así, el experto ha señalado que «lo que antes era un juego por placer, entretenimiento y diversión se ha convertido en una necesidad, en una adicción» y ha asegurado que «educadores y progenitores» tienen «la responsabilidad de proteger a los jóvenes y educarles en un mundo donde el juego está y estará presente y transmitirles que con el juego nunca va a ganar».