Entrados en febrero, la agenda de actos de las Falleras Mayores de Valencia se intensifica. Este fin de semana, además de acudir a diversas presentaciones de falla, también han presidido el intercambio de fotos con las Falleras Mayores de diversos sectores de la ciudad, como la entrega de recompensas a falleros que llevan gran parte de su vida dedicada a las fallas.
Por este motivo, la Fallera Mayor de Valencia, Raquel Alario, ha estrenado un traje con un significado muy especial para ella. Se trata de una seda adamascada con fondo azul tinta y fucsia que pertenece a su familia desde hace más de 120 años. En concreto, dicho tejido perteneció a su bisabuela materna, por lo que Raquel ha querido recuperar esta ‘joya’ y lucirlo orgullosa como máxima representante de la fiesta.
La confección del traje, realizada ‘a l’antiga’ por Eduardo Cervera Indumentaria, sigue los cánones del siglo XVIII con un cuerpo todo envarado con esparto y madera, que se abrocha mediante cordones.
Combina el vestido con manteletas de seda de Viana realizadas de manera exclusiva para la Fallera Mayor de Valencia. Para el dibujo central, la firma ha reproducido el dibujo de la puntilla que conforman el pañuelo y delantal.
Sin duda, un traje con una simbología familiar que Raquel Alario ha querido mimar al detalle para hacerlo más especial si cabe.