Sevilla, 22 abr (EFE).- José Luis Gayà, capitán del Valencia, afirmó que no sabe quién dice que el Betis es el favorito para la final de la Copa del Rey, que se disputará este sábado en La Cartuja, porque espera un partido en el que se igualarán la fuerzas.
“Vamos a estar varios jugadores que levantamos la copa en 2019 ante el Barcelona y el partido se puede plantear de dos formas, a base de presionar al rival arriba para robarles el balón o con un bloque medio y bajo para salir a la contra. Eso se verá en el partido”, continuó durante la rueda de prensa previa al entrenamiento de su equipo.
Respecto a la posibilidad de levantar la copa, señaló que eso sería “algo increíble”, al tiempo que señaló que no quería pronunciarse sobre el tema arbitral. “No hay que decir nada, ya hablamos en su omento y estoy seguro de que el árbitro estará influido por nada”, prosiguió.
Vamos a ver la mejor versión del Valencia CF, el equipo va a darlo todo y va a morir en el campo”
También diferenció esta final de la de hace tres años ante el Barcelona, a la que el Valencia llegó con la liga concluida y los “deberes hechos”, al haberse clasificado para la Liga de Campeones.
“En 2019 vinimos con la sensación del trabajo terminado y, por lo tanto, tranquilo. Este año, en cambio, en la Liga estamos alejándonos de las posiciones europeas, pero debemos conseguir que esa presión sea positiva y os permita ir a Europa a través de la Copa del Rey”.
Gayà: “El mensaje de Pellegrini no tiene sentido, hay que jugar”
Ante el mensaje lanzado por el técnico del equipo andaluz, Manuel Pellegrini, de que el equipo valenciano iba a plantear un partido con interrupciones y poco juego, no tenía sentido y que lo que toca es disputar el encuentro.
“No tiene sentido hablar de algo que no ha sucedido, pero me temo que si ganamos será porque somos un equipo antideportivo y si perdemos será porque el Betis ha jugado bien”, continuó.
Lo que Gayá aseguró es que en este encuentro se va a ver la mejor versión del Valencia y que el equipo va a estar centrados en contrarrestar a los mejores jugadores del rival y aprovechar las propias oportunidades.