La Guardia Civil ha asestado uno de los mayores golpes al tráfico ilegal de marfil en España con la intervención de 127 piezas elaboradas con colmillos de elefantes asiáticos y africanos, ambos protegidos por el convenio CITES. La operación, denominada Eburno, se ha saldado con una detenida y cuatro personas investigadas por delitos de contrabando y contra la flora y fauna silvestres.
Según el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), el valor comercial de las piezas asciende a 226.630 euros, mientras que el daño medioambiental y a la fauna se estima en más de 14 millones de euros.
Una investigación iniciada en 2024
La operación comenzó el 28 de octubre de 2024, cuando los agentes detectaron un incremento inusual de ofertas de piezas de marfil en la provincia de Valencia. Las investigaciones apuntaron a una empresa de antigüedades ubicada en la capital del Turia, dedicada a catalogar las piezas y darles un valor de tasación inicial antes de venderlas fuera de los cauces legales.
En el local se incautaron 127 artículos, entre ellos:
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Un cuerno de marfil tallado de 1,77 metros y 22 kilos de peso, datado en el siglo XIX, cuya elaboración habría requerido miles de horas de trabajo.
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Una esfera con once esferas interiores valorada en 40.000 euros.
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Otras 125 tallas de entre 40 y 90 centímetros.
Una de las piezas, según el Seprona, pertenecía a colmillos de morsa, mientras que el resto procedían de elefantes.
Destino final: el Museo de Historia Natural de Valencia
El capitán Carlos Domínguez explicó que muchas de las piezas tienen un alto valor artístico y que, tras la incautación, su destino final será el Museo de Historia Natural de València.
“El cuerno tallado habría requerido un año o más para su elaboración, lo que demuestra el nivel de trabajo y el valor cultural que tienen estas piezas, aunque provengan de un comercio prohibido”, afirmó Domínguez.
Red de ventas directas y discreción en el transporte
Las pesquisas revelaron que los implicados vendían las piezas directamente a tiendas de antigüedades, evitando así los controles legales. Varios vendedores viajaban desde distintos puntos de España hasta Valencia para cerrar transacciones.
La Guardia Civil efectuó vigilancias y seguimientos discretos antes de intervenir en la empresa, que no presentó la documentación necesaria para la tenencia y comercialización de marfil.
Coordinación nacional contra el tráfico de marfil
La investigación fue desarrollada por Seprona de Valencia, con apoyo de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente, el Seprona de Majadahonda, agentes de Madrid y personal del Ministerio para la Transición Ecológica. Las diligencias han sido entregadas al Juzgado de Instrucción Decano de Valencia.
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