Miles de bombines inundaron ayer la ciudad. Valencia parecía anoche Londres. Llegaba a la ciudad Joaquín Sabina y la capital del Turia se entregó a él en cuerpo y alma. La Luna, esa misma que está tan presente en muchos de sus temas tampoco quiso perderse su actuación y brilló toda la noche sobre el escenario levantado en el coso valenciano de la calle Xátiva. No cabía ni un alfiler para disfrutar de la gira “Lo Niego Todo” que aterrizaba en Valencia y que volverá en septiembre ante la gran demanda de entradas y que ha hecho que muchos no hayan podido disfrutar de un fantástico espectáculo.
El calor y la humedad del mediterráneo tampoco quisieron perderse la actuación e hicieron acto de presencia en los primeros temas sobre el rostro sudoroso de Sabina. Pero el artista de Úbeda sacó de su voz rota toda las fuerzas para alimentar de buena música a sus hambrientos seguidores que corearon, cantaron y aplaudieron en pie desde los primeros acordes.
Durante dos horas el músico regaló temas de su repertorio, ese que forma parte del imaginario colectivo de muchos, ese repertorio del juglar del asfalto que es Sabina, de ese Dylan español sin Premio Nobel que escribe música como nadie, ese que toca poesías tan rotas como su misma voz.
Clásicos y nuevos temas en los que se nota la mano Leiva, nuevos temas para esta nueva vida de este gato que ha recorrido tantas noches los tejados de Madrid.
Nuevos temas que ya suenan a clásicos.
Su voz sonó más rota que nunca arropado por su familia, esa familia que le acompaña sobre el escenario desde siempre o casi siempre, ese grupo de grandes músicos de los que tan orgulloso está Sabina. Sin olvidar que frente a él se encontraba su otra familia, su público fiel e incondicional. Ese público que abarca todas las edades. Todos en pie lo recibieron entre aplausos. Y todos en pie lo despidieron con la pequeña decepción de no escuchar algún que otro bis.
Su familia se fue satisfecha de ese Sabina capaz de reunir a miles de bombines en cualquier ciudad son necesidad de ser Londres. Ese Sabina que ahora lo niega todo, ese Sabina que repetirá en Valencia el 20 de septiembre.
Foto: Adrián Castelló