Varios jóvenes trabajan para despejar una calle de Paiporta, este martes. Una semana después del paso de la dana, varios de los pueblos más afectados siguen "en shock" y con grandes necesidades, más allá de comida o productos de limpieza y desescombro, a pesar de la ayuda de los miles de voluntarios y el aumento de efectivos de la UME, ejército, bomberos y policías. EFE/ Manuel Bruque
Los jóvenes valencianos se han volcado como voluntarios en las áreas afectadas por la DANA, especialmente en localidades gravemente impactadas como Paiporta. La mayoría de los voluntarios son estudiantes que desafían el estereotipo de una juventud despreocupada, mostrando un fuerte compromiso con la ayuda a su comunidad en este momento crítico.
Compromiso juvenil: desmontando estereotipos
Inés, voluntaria que previamente ayudó en la recogida de alimentos en Valencia, se unió a sus compañeros de universidad en Paiporta para brindar su apoyo. “Mucho se dice de los jóvenes, pero aquí estamos arrimando el hombro, igual que todos”, expresa. Para Gabriela y sus amigos de la Universitat Politècnica de València, la ayuda es prioritaria, y muchos han dejado temporalmente sus estudios para colaborar en esta emergencia. Este compromiso juvenil se destaca como un reflejo de la solidaridad que surge en situaciones de crisis.
Fuerza física y tiempo libre: factores clave para el voluntariado
La juventud cuenta con la ventaja de la fuerza física y, en muchos casos, la disponibilidad de tiempo debido a la suspensión de clases. Este grupo de jóvenes ha trabajado limpiando hogares afectados, recorriendo largas distancias a pie si es necesario, como lo hicieron este martes para llegar hasta Paiporta. Desde Valencia y otros puntos, jóvenes voluntarios caminan o toman el autobús gratuito que conecta la ciudad con esta “zona cero” de la DANA.
Instituciones que impulsan el voluntariado estudiantil
Estudiantes del CEU, como Sandra y Mar, llegaron en un autobús gestionado por la universidad, junto a una veintena de compañeros. Sandra destaca que casi todos los voluntarios en Paiporta son jóvenes, evidenciando el compromiso de las nuevas generaciones. Mar refuerza este mensaje afirmando que “todo el mundo de su edad tiene ganas de venir”.
Solidaridad impulsada por las redes sociales
Los jóvenes están atentos a las peticiones de ayuda que circulan en redes sociales y se movilizan en grupos hacia las localidades afectadas. Luna, acompañada de cuatro amigos, pasó la mañana limpiando en Paiporta. “Nos podría haber pasado a nosotros; si nos hubiera pasado, nos gustaría que nos ayudaran”, dice Luna. Juan David, otro voluntario, añade que su motivación es aportar algo a esta tragedia, subrayando el sentido de unidad y humanidad que sienten.
Testimonios de quienes viven en las zonas afectadas
Raisa, quien reside en Paiporta desde hace dos años, describe su situación como “aislada” y lamenta la falta de medios para movilizarse. Aunque algunos voluntarios, como su amiga Silvián, acuden desde otras localidades para llevarle alimentos, muchos jóvenes empatizan con quienes están atrapados por las consecuencias de la DANA. Silvián subraya el papel de la “generación de cristal” en esta catástrofe, mostrando cómo los jóvenes, lejos de ser frágiles, están respondiendo con solidaridad.
Sol Carreras (EFE)
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