Sí, así es. Si hace unas semanas era el chocolate, ahora también la cerveza corre peligro de desaparecer como consecuencia del cambio climático.
La cerveza es la bebida más popular del planeta debido al gran volumen producido y consumido en todo el mundo. Su principal ingrediente, la cebada, es un cereal muy sensible a los fenómenos meteorológicos extremos.
Según los expertos es precisamente ese incremento de eventos extremos, como sequías y olas de calor, producidos como consecuencia del calentamiento global, los que ponen en peligro el abastecimiento mundial de cerveza.
Además, según un informe de National Geographic, la pérdida promedio «oscila entre el 3% y el 17%, dependiendo de la severidad pronosticada por lo modelos climáticos». Uno de los países más afectados, sería Irlanda, donde los precios de la cerveza podrían incrementarse entre un 43% y un 338% para 2099 «en el escenario climático más severo».
Pero es que incluso el envase en el que bebemos la cerveza contribuye al cambio climático como indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU) quien asegura que «la forma que tenemos de producir, gestionar y distribuir lo que comemos, son responsables de más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero» que impulsan la crisis climática.