La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al valenciano Paco Sanz, conocido como el hombre de los 2.000 tumores, a dos años de prisión por estafa, así como a la devolución de 36.918 euros al simular que padecía una enfermedad letal y que si no viajaba a Estados Unidos para curarse, iba a morir.
La sentencia es fruto del acuerdo alcanzado entre la defensa de Paco Sanz y la Fiscalía en la primera sesión del juicio por el que el procesado reconoció los hechos y el Ministerio Público redujo su petición de condena de seis años a solo dos.
Sin embargo, se llegó a un acuerdo en lo referido a la responsabilidad civil sobre cada uno de los afectados.
Lo mismo ocurrió con su expareja, Lucía Carmona, para la que la Fiscalía pedía tres años de cárcel y, tras reconocer la estafa, quedó reducido a un año y nueve meses de prisión.
Ahora, la Audiencia fija en 36.918 euros (de los presuntamente 260.000 mil estafados) la cantidad que tendrá que devolver a los veinte demandantes, entre ellos el actor Santi Rodríguez, el humorista José Mota o el presentador del programa de televisión «Hermano Mayor», Pedro García Aguado.
El condenado deberá pagar también una multa de 2.160 euros, según ha acordado el tribunal, que condena a su expareja Lucía Carmona a pagar 911 euros por el delito.
Según la sentencia, a Paco Sanz le diagnosticaron la enfermedad del «síndrome de Cowen» en 2009, que se «caracteriza por la aparición de tumores benignos» pero sin riesgo de morir, por lo que se aprovechó de su dolencia para obtener «un lucro patrimonial ilícito desde 2010 hasta 2017».
Durante este periodo de tiempo, Paco Sanz hizo creer, a través de redes sociales y medios de comunicación, que su enfermedad era «muy grave», por lo que creó una página web en la que exageraba los síntomas de su enfermedad con la finalidad de «conmover a las personas» para que le donasen dinero y financiar así un supuesto tratamiento en Estados Unidos.
Pero en realidad, según explica la sentencia, «consistía en un ensayo experimental gratuito y sin coste alguno».
Para conseguir más donativos, Sanz daba la posibilidad de recibir dinero mediante mensajes de texto, por lo que consiguió estafar a miles de personas.
Su expareja, Lucía Carmona, era titular de una de las cuentas bancarias por lo que, según la sentencia, se lucró de esos donativos, con los que compraron viajes, tecnología de alta gama y un coche, entre otras cosas.
Finalmente, el tribunal no ha considerado que a los personajes públicos se les indemnice con el doble de la cantidad que donaron y también por daños y perjuicios, algo que el letrado de la asociación Anfitec, Manuel Merino, calificó durante el juicio de «excesivo» ya que «Paco Sanz está condenado para toda la vida«.