Hay preguntas en la vida que los padres y madres quisieran que no llegaran nunca. Especialmente cuando vienen ligadas a ilusiones propias de la infancia como la temida cuestión: «¿existen los Reyes Magos?». Normalmente esta pregunta viene precedida por un comentario del tipo: «En mi clase hay un niño que dice que los Reyes Magos no existen…» y ahí dejan la bomba, a punto de explotar y los padres con cara de incredulidad, a veces, no sabiendo cómo actuar ni que responder.
Para ayudar en esta situación, muy común en muchos hogares alrededor del mundo donde hay niños, circula por las redes y foros una «carta» que ayuda a explicar de manera delicada pero emotiva la realidad de que efectivamente los Reyes Magos son los padres, pero sin romper del todo con la magia de dicha ilusión.
Desde Official Press queremos compartirla con todos esos papás y mamás que estos días pueden verse en una situación similar y no quieren ‘romper el corazón’ de sus pequeños dejen de creer en la magia de la Navidad.
La emotiva carta para los niños que descubren el secreto de los Reyes Magos
«-.Mamá mamá !! Mis amigas del cole dicen que los Reyes Magos son los padres, ¿es verdaaaad? La madre de María sonríe, le da un beso y le dice:
– Mira María… Tengo que enseñarte algo que guardo en este cajón desde hace 10 años. Su madre saca del cajón un sobre blanco. Lo abre y le dice a María:
– Esta carta la recibimos en casa el día en que naciste. Es una carta escrita por los Reyes Magos y que nos piden que les hagamos tres favores. ¿Quieres que te la lea?
– ¡Sí mamá, por faaaavor!
Apreciado papá y apreciada mamá de María,
Somos los Reyes Magos, sabemos que acaba de nacer María. Es un niña preciosa que os va a hacer muy felices a los dos. Ya sabéis que cada 6 de enero nosotros vamos en silencio a casa de todos los niños y les dejamos unos regalitos para celebrar el nacimiento del niño Jesús y para decirles lo orgullosos que estamos de ellos. Pero a partir de ahora no podremos hacerlo porque estamos muy viejecitos y cada vez hay más y más niños en este mundo. No podemos ir a casa de todos.
Además, ayer me caí del camello y me rompí el brazo (soy Melchor, un poquito torpe); Gaspar es muy lento porque camina con la ayuda de un viejo bastón y Baltasar, ¡nuestro viejecito Baltasar!, se olvida siempre de dónde tiene la lista de los regalos. Como ves, ya estamos muy mayores y necesitamos pediros tres favores muy importantes:
1º favor:Que nos ayudéis a poner los regalos a los niños.
Cada padre y madre harán nuestro trabajo el día de Reyes: leerán las cartas de sus hijos y, con la misma ilusión que la nuestra, les pondrán los regalos como si fuéramos nosotros. Así todos los niños del mundo tendrán sus regalos y nosotros podremos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegría.
2º favor:Como esto es un gran secreto, no se lo podréis decir a María hasta que cumpla los 10 años.
Cuando tenga esta edad, ya será mayor y sabrá guardar este secreto. Los niños pequeños no deben saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son los padres los que nos ayudan porque sino… ¿qué pensarán de nosotros? ¿dónde estará la magia? El secreto se ha de decir solo a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros les queremos mucho y que por eso pedimos ayuda a sus padres, las personas que más los quieren a ellos.
3º favor:Algunos padres que nos ayudan están enfermos o no tienen dinero para comprar regalos a sus hijos.
Y también hay niños que no tienen la suerte de tener dos papás. Por eso, necesitamos que vuestros hijos se conviertan “un poquito” en Reyes Magos y compartan algunos regalos con los niños que no tienen tanta suerte como ellos.
Nada más. ¿No es demasiado, verdad?
Cuando María te pregunte por primera vez quiénes son los Reyes Magos léele esta carta. Entenderá por qué nosotros hemos confiado en vosotros para hacer nuestro trabajo: porque sois las personas que más lo queréis en el mundo y que mejor pueden ver su enorme y bondadoso corazón.
Melchor, Gaspar y Baltasar«
La historia de los tres Reyes Magos:
La historia de los Reyes Magos es un relato bíblico que se encuentra en el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento de la Biblia. Según la tradición cristiana, los Reyes Magos, también conocidos como los Tres Reyes, los Magos de Oriente o los Sabios, fueron los visitantes que llegaron desde el este para adorar al niño Jesús poco después de su nacimiento. La historia se encuentra en Mateo 2:1-12.
Según el relato bíblico, después del nacimiento de Jesús en Belén, un grupo de Magos de Oriente vio una estrella especial en el cielo que interpretaron como un signo del nacimiento del rey de los judíos. Los Reyes Magos eran sabios y astrónomos, y decidieron seguir la estrella hasta Belén para adorar al recién nacido.
La llegada de los Reyes a Belén
Cuando llegaron a Belén, los Reyes Magos encontraron a María, José y el niño Jesús en una casa. Se postraron y adoraron al niño, ofreciendo regalos de oro, incienso y mirra. Estos regalos tienen un significado simbólico en la tradición cristiana: el oro representa la realeza de Jesús, el incienso simboliza su divinidad y la mirra se asocia con su sufrimiento y muerte.
Después de adorar al niño, los Reyes Magos fueron advertidos en un sueño que no regresaran a Herodes, el rey de Judea, quien había pedido que le informaran acerca de la ubicación del niño para poder adorarlo también. Los Reyes Magos obedecieron la advertencia divina y regresaron a sus países por un camino diferente para evitar a Herodes.
La llegada de los Reyes Magos es celebrada en la Iglesia Católica y en muchas tradiciones cristianas el 6 de enero, una festividad conocida como la Epifanía o el Día de Reyes. En algunos países, esta festividad se celebra con desfiles, intercambio de regalos y otras festividades públicas.