La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado una máxima pena de 50 años de prisión a siete de los ocho procesados por las agresiones a dos guardias civiles y sus parejas en un bar de la localidad navarra de Alsasua, que se produjo el pasado 15 de octubre de 2016. Para la octava procesada, la fiscalía ha pedido 12 años por un delito de amenazas terroristas. La razón de estos 50 años de pena está en la consideración de la acción como «lesiones terroristas» lo que, multiplicado por las cuatro personas agredidas, convierten la pena en esos 50 años a cada uno de ellos solicitados por la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Esta decisión se produce tras el conflicto entre la Audiencia Nacional y la Audiencia Provincial de Navarra respecto a la competencia de cada tribunal para interpretar los hechos acaecidos. Mientras que el Tribunal navarro insistía que se tenía que interpretar como un delito común y no terrorismo, la Audiencia Nacional solicitó para sí misma la causa ya que apreció en la acción un presunto delito de terrorismo. Finalmente, el Tribunal Supremo resolvió el conflicto en favor de la Audiencia Nacional, que ahora ha fijado la condena en ese medio centenar de años de prisión.
A los ocho acusados, 3 de los cuales permanecen todavía en prisión, se les imputan unos hechos que acontecieron durante las fiestas de Alsásua, a la salida de un bar del municipio, llamado ‘Bar Koxka’. Ambos guardia civiles fueron identificados por un grupo de jóvenes, simpatizantes del grupo Ospa! que, en euskera, significa ¡largo!, y que defiende la salida de la Guardia Civil del País Vasco y Navarra, comunidad a la que pertenece este municipio, limítrofe con el País Vasco. Los do agentes de la Benemérita agradidos tras ser identificados como miembros del Instituto Armado, sufrieron lesiones de cierta gravedad por lo que, incluso, requirieron asistencia quirúrgica para su curación.