MADRID, 23 Oct. (CHANCE) – Alejandra Rubio, la hija de Terelu Campos y Alejandro Rubio, ha pisado por primera vez un plató de televisión, y ha debutado en el programa Morning Glory de Radioset. La joven, al principio cortada y prudente se ha ido soltando conforme entraba en situación. Fresca y prudente ha contado como es ella con ayuda de su gran amigo Aless Gibaja. De hecho hasta se ha animado a ponerse unas orejeras y un turbante y ha confesado que se iba a poner un vestido que le gustaba a Aless pero que era demasiado corto.
Su película favorita es Pesadilla antes de Navidad y es muy amiga de sus amigos, también ha confesado que a veces se enfada y que tiene pronto.
Más abierta que nunca, Alejandra Rubio Borrego ha querido contar que trabaja ese mal pronto con un coach cada martes, pero en lugar de en un despacho lo hace en un bar tomando algo porque se enfada mucho: «Vamos a un bar los martes por la tarde porque me enfado mucho. Me dice que en lugar de preguntarme por qué que me pregunte para qué… Y funciona mucho».
A pesar de su pronto, Aless Gibaja ha comentado que no conoce que Alex Rubio no le cae mal nadie, aunque solo odia una cosa que es la canción de Habana de Camila Cabello por un amigo -que ya no lo debe de ser- que les recuerda.
Aless Gibaja es un gran amigo suyo, al que también ha ayudado mucho, y destaca de ella que es una bunea persona, que le gusta su carácter, que es una buena consejera y al que le escribe grandes testamentos como han declarado ellos mismos en el salón de Morning Glory: «Es de escribirse unas biblias por whatssap, porque no se calla nunca y tiene que decir lodo lo que piensa», argumentaba Gibaja.
El influencer ha declarado que el mejor consejo que le ha dado su amiga es que saque su carácter, algo que Gibaja, al parecer, no solía hacer: «Últimamente lo hago más».
La hija de Terelu tiene grandes proyectos y en un año su amigo Aless la ve y la desea que le vaya muy bien como influencer, que sea imagen de campañas y sobre todo una de gloss en el que ahí sí que podría convencerle el color pink.
Aunque Alex, como le gusta que le llamen, ha dejado claro que con ella el rosita, el pink no va y que eso de bajarse del negro a tonos más claros díficil y que verla de rosa no lo van a conseguir.
La nieta de Terelu, a pesar de su faceta de influencer tiene claro que quiere seguir estudiando y creciendo a nivel personal: «Dentro de un año me gustaría seguir estudiando avanzando en mi carrera, avanzando con mi vida y con nuevas cosas».
Lo suyo con el Dj Álvaro Lobo fue amor a golpe de flechazo y desde entonces, llevan ya un año juntos de lo más felices y es hasta su fotógrafo en ocasiones como lo es también sus amigas o Aless, dependiendo de quién esté con ella en ese momento: «Me hace las fotos Álvaro y muchas Aless depende con quién esté».
Y cuenta sus filtros favoritos en instagram: «Hago saturación porque como soy tan blanca y luego algún efecto que le pille».
Si algo hemos podido ver de la hija de Terelu Campos es que tiene las cosas muy claras y que le gusta diferenciar lo que es de lo que no es. Ella ha querido precisar que es Relaciones Públicas, rrpp, y no quiere ni oir a hablar de ser imagen: «A mi no me pagan por ir a pasarerme. A mi me pagan por atraer y meter gente.Aless sí es imagen».
También se ha mostrado como una chica que vale para todo y que en la sala en la que trabaja hace lo que se necesite en ese momento: «Si en la puerta hace falta que ponga pulseras, las pongo», a lo que apostillaba el influencer de larguísimo pelo rubio: «A ella no se le caen los anillos por hacer nada».
Alejandra Rubio ha vivido en sus carnes lo que es ser hija de y nieta de… Su amigo ha quiero destacar que el otro día les estaba siguiendo un fotógrafo el cual se tropezó y se cayó y se le rompió la cámara, el objetivo. La nieta de la Campos, no pudo por menos que acercarse a ayudarle a recoger la cámara, un momento sin duda incómodo como otros que ha vivido: «Me dio pena porque es su trabajo. Estaba escondido detrás de un coche y se tropezó y se cayó».
Además, el amigo de Rubio ha querido valorar en ella su transparencia y por ello, no tiene ningún secreto.
Alejandra rubio mantiene una cruzada abierta para defender que es delgada porque sí y que de hecho subió una foto en una bañera en sujetador porque un día ante las fotografías publicadas en una revista y la cantidad de críticas se hundió y se puso a llorar. Tan mal lo pasó que por recomendación de un amigo decidió subir esa instantánea para desmontar que ella no estaba tan delgada ni se le veían los huesos de las costillas.
La joven ha asegurado que si ella fuera anoréxica que lo contaría sin problema pero que no lo es.