Lluvias de más de 100l/m2, viento y temporal marítimo, así será la gota fría que este miércoles llega a Valencia

Valencia 10 sept. – La gota fría que ha entrado por el norte de la Península y que avanza hacia la zona este y mediterráneo llega este miércoles a la Comunitat Valenciana con previsión de tormentas, fuertes rachas de viento y lluvias que podrían registrar hasta los 100 litros por metro cuadrado según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Todo ello ha originado que se active la alerta naranja en todo el territorio valenciano por riesgo importante de lluvias y fenómenos costeros, y la alerta amarilla por fuertes rachas de viento a lo largo de este miércoles. Unas inclemencias para las que Valencia se ha estado preparando en las últimas horas con la intención de hacer frente a posibles rescates y achiques de agua.

Así pues, y según Aemet, se esperan precipitaciones localmente persistentes y chubascos y tormentas localmente fuertes, sobre todo en el litoral valenciano, avanzando de norte a sur, donde se podría registrar hasta 100l/m2. Todo ello acompañado de rachas de viento muy fuertes del noroeste en Castellón por la mañana y del noreste en Valencia y Alicante.

Las temperaturas mínimas se mantendrán sin cambios mientras que las máximas seguirán en descenso, localmente notable en el extremo sur.

El aviso naranja se mantiene para el jueves en Valencia y Alicante, donde amanecerá cubierto con precipitaciones localmente persistentes y chubascos y tormentas localmente fuertes, sobre todo en el litoral.

Asimismo, la meteoróloga de eltiempo.es Irene Santa ha pronosticado que a partir del viernes aumentará «considerablemente» la incertidumbre sobre la posición y el comportamiento de la DANA. «Esta podría tener un movimiento retrógrado dirigiéndose hacia el noroeste pasando por el centro del país, aunque se espera que la situación pierda intensidad a lo largo del fin de semana», ha adelantado.

Finalmente, ha añadido que la situación meteorológica de esta semana podría dar lugar a nevadas en las cimas montañosas de los Pirineos con acumulados que podrían hasta alcanzar varios centímetros.