Las investigaciones tras los atentados de Barcelona y Cambrils continúan, y lo hacen a buen ritmo después de dar por ‘desarticulado’ (que no cerrada la investigación) el comando que actuó en los diferentes escenarios clave en las acciones: Barcelona, Cambrils y Alcanar, además de otros como Subirats, en donde fue abatido el considerado autor material del atropello de Las Ramblas de Barcelona, que dejaba un reguero de heridos (más de un centenar) y 13 d los 15 muertos, el trágico balance de los mismos. Los otros dos fallecidos, uno en Cambrils y otro en las afueras de Barcelona.
Y dentro de estas investigaciones —tanto de los Mosssos d’Esquadra— como de los cuerpos de Seguridad del Estado —Policía y Guardia Civil—, a través también del juez Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu. Así, las investigaciones llevadas a cano en la casa de Alcanar (Tarragona), considerado el punto clave y origen de los atentados, han permitido encontrar un cinturón con explosivos —en esta ocasión reales, no simulados— preparado para ser usado en los atentados que preparaban en diferentes puntos de Barcelona, como podía haber sido la Sagrada Familia.
Todo viene corroborado, además, en el auto del juez Andreu hecho púbico ayer, quien enviaba a prisión a dos de los cuatro detenidos (Mohamed Houli y Driss Oukabir), a otro lo mantenía en privisión provisional (Salh el Karib), y a un cuarto lo dejaba en libertad con medidas cautelares (Mohamed Aalla) al no encontrar indicios de colaboración en los atentados. Según el auto, las investigaciones llevan a consideran que en el chalet de Alcanar se estaban preparando material para «cometer una acción terrorista de gran envergadura», con productos, utilizados en otros atentados de ISIS, por ejemplo en Bélgica, como acetona, agua oxigenada, bicarbonato, además de el ya conocido centenar de botellas de butano y otros elementos necesarios para la detonación, como mechas y clavos utilizados como metralla.