Varios organismos de las Naciones Unidas publican el informe Tendencias en la mortalidad materna, que presentan preocupantes datos sobre la salud materna y el desigual acceso de las mujeres a la atención sanitaria en materias reproductivas.
Una cada dos minutos: las muertes por complicaciones en el embarazo o el parto
Son 830 las muertes que se producen al día por complicaciones en el parto o el embarazo, la mayor parte de ellas en países de bajos ingresos. Una cifra que no solo es «inaceptablemente alta» según la Organización Mundial de la Salud, sino que es evitable.
La OMS afirma en el mismo artículo que «la mayoría de ellas podrían haberse evitado». También la Directora Ejecutiva de UNICEF señala este problema: «Ninguna madre debería temer por su vida al traer un bebé al mundo, especialmente cuando se dispone de los conocimientos y las herramientas para tratar las complicaciones habituales».
Garantizar el acceso de las mujeres a la salud materna: una «necesidad urgente»
El comunicado de prensa de la OMS recoge las palabras del Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la organización, que dice que los nuevos datos «revelan la necesidad urgente de garantizar que todas las mujeres y niñas tengan acceso a servicios de salud cruciales antes, durante y después del parto, y que puedan ejercer plenamente sus derechos reproductivos».
El aumento de la mortalidad materna: un grave retroceso tras un período de avance
El comunicado afirma que no solo los datos son negativos, sino que muestran «importantes retrocesos» y «subrayan enormes disparidades en el acceso a la atención de salud».
Los datos sobre mortalidad materna a los que refiere el informe comienzan en el año 2000 y en ellos se observa cómo el fenómeno se reduce significativamente durante los primeros 15 años. Sin embargo, a partir de 2015 los avances se estancan e incluso retroceden.
La mayor parte de estas muertes se producen en zonas pobres o afectadas por conflictos- 70% de las muertes maternas de 2020 sucedieron en África Subsahariana. Sin embargo, de las ocho regiones de las Naciones Unidas, fue en Europa y América del Norte donde las tasas de mortalidad materna más se incrementaron en los últimos años. Mientras las otras regiones se estancaban, en Europa y América del Norte ascendían un 17%, y en América Latina y el Caribe un 15%.
Las adolescentes menores de 15 años: el perfil de mayor riesgo en países en desarrollo
Las adolescentes de esta edad son las que se encuentran en mayor riesgo de mortalidad materna. En la mayoría de los países en desarrollo, según afirma la OMS, las complicaciones en el embarazo y el parto son una de las principales causas de muerte.
«La equidad en la atención de salud significa ofrecer a todas las madres, independientemente de su identidad o lugar de residencia, la oportunidad justa de un parto seguro y un futuro saludable con su familia», afirma la Directora Ejecutiva de UNICEF , Catherine Russell.
No se alcanzan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU se pusieron en marcha en 2016. Entre estos objetivos se concretaba la disminución de la tasa de mortalidad materna. Pero este objetivo no se cumplió. En el año 2020 se registraron 287.000 muertes maternas, lo que supone un descenso muy leve desde las 309.000 del año 2016.
Tampoco se cumple el objetivo de que ningún país duplique el promedio mundial. Hasta 9 países inmersos en graves crisis humanitarias duplicaron esta cifra: 551 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos. El promedio mundial es de 223 muertes.
Las causas del problema: de la falta de información a las hemorragias graves
Son 270 millones las mujeres que carecen de acceso a métodos modernos de planificación familiar. Alrededor de un tercio de las mujeres no tienen acceso a la mitad de los controles prenatales recomendados.
Si atendemos a las causas médicas de las muertes, el 75% se debe hemorragias graves e infecciones tras el parto, la hipertensión gestacional y las complicaciones en el parto y los abortos peligrosos. El 25% restante se debe a causas como el paludismo, la infección por VIH en el embarazo o enfermedades que estas puedan causar.
La raíz del problema, sin embargo, es mucho más profunda. La ONU señala que existen factores que «impiden que las mujeres reciban o busquen atención durante el embarazo y el parto». Entre estas se encuentran la pobreza, la distancia, la falta de información, la inexistencia de servicios adecuados o las prácticas culturales.
El comunicado afirma que la desigualdad originada por «ingresos, educación, raza u origen étnico» agrava aún más la situación de las mujeres con mayor riesgo y menor probabilidad de acceder a atención sanitaria. «Para mejorar la salud materna hay que identificar y eliminar los obstáculos al acceso a servicios de salud materna de calidad en todos los niveles del sistema sanitario».
Sanidad universal y resolución de desigualdades: las pautas de la ONU para resolver el problema
La ONU presentó en 2015 su Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente 2016-2030, que establece las pautas a seguir para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible que, por el momento, no se están cumpliendo. Una de las metas es reducir la tasa de mortalidad materna mundial a menos de 70 por 100.000 nacidos vivos y que ningún país duplique el problema mundial.
Para lograr esto, la Estrategia señala algunas pautas como el abordamiento de las causas del problema, el acceso a datos de los servicios de salud y, en líneas más amplias: resolver las desigualdades en materia de atención y de acceso a la salud reproductiva, materna y neonatal y lograr una cobertura sanitaria universal.