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Murciélagos, todo lo que no sabes de los grandes desconocidos de nuestras ciudades y bosques

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Javier Rodrigo

Pamplona, 23 ene (OFFICIAL PRESS-EFE).- Los murciélagos, de los que se han identificado 1.400 especies en todo el mundo, 31 de ellas en la Península Ibérica, son unos de los grandes desconocidos del mundo animal, pese a que algunos de ellos conviven con nosotros en nuestras ciudades. Incluso su nombre, «murciélago», del latín “ratón ciego”, es doblemente erróneo, ya que ni son ratones ni son ciegos.

Estos y otros muchos conceptos tergiversados de la vida de los murciélagos, como la injusta acusación de que son portadores de enfermedades, son puestos en tela de juicio en la exposición fotográfica «Murciélagos, aliados de la noche», organizada por la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (SECEMU) en la localidad navarra de Noáin.

Este grupo de mamíferos está presente en todo el globo, a excepción de los polos, y es muy importante para el mantenimiento de «un ecosistema sano», porque «se alimentan fundamentalmente de insectos, al menos aquí en Europa, y de insectos nocturnos que no tienen muchos más predadores», ha explicado a Efe el presidente de la SECEMU, Juan Tomás Alcalde.

Murciélagos, todo lo que no sabes sobre esta especie

«Ellos son los principales responsables de mantener las poblaciones de insectos a raya. Y algunos de esos insectos pueden ser responsables de plagas de cultivos o de bosques y otros pueden transmitirnos enfermedades, como los mosquitos», ha afirmado.

En ese sentido, en España se han comenzado estudios para probar el papel de los murciélagos como controladores de plagas agrícolas que empiezan a mostrar prometedores resultados.

A nivel mundial, se conocen alrededor de 1.400 especies de murciélago, pero constantemente se descubren nuevas especies, entre 20 y 40 cada año. En Navarra están presentes 27 de ellas.

Alcalde ha apuntado que, de las 31 especies que viven en la Península Ibérica, la mitad son comunes y están en buen estado y la otra mitad se encuentran en algún grado de amenaza y algunas incluso están en peligro de extinción.

La amenaza

Como ocurre con muchas otras especies silvestres, se encuentran amenazados por factores de tipo humano, como la alteración de su hábitat por la agricultura, las explotaciones forestales intensivas, la expansión de las ciudades o las carreteras, además de las fumigaciones con insecticidas o la construcción de parques eólicos.

Además, ha destacado Alcalde, los murciélagos se reproducen muy despacio. Cada hembra tiene una sola cría al año y «cualquier factor de amenaza que reduzca sus poblaciones es muy difícil de ser compensado después, porque se reproducen muy lentamente».

Ahora no podemos verlos en las ciudades, porque están hibernando, con sus cuerpos a una temperatura de entre 5 y 7 grados o incluso a 0 grados, según especies. Hay entre cuatro y seis especies de murciélagos que son frecuentes en las ciudades y que cazan los insectos que son atraídos por la luz de las farolas. «No se suelen ver porque no les prestamos mucha atención, pero están todas las noches, y no hay ciudad que no tenga murciélagos», ha asegurado.

Alcalde ha reconocido que los murciélagos «han tenido mala fama siempre, en nuestra cultura al menos», como potenciales transmisores de enfermedades. Los murciélagos europeos, ha indicado, pueden tener la rabia, pero «igual que puede tener rabia cualquier otro mamífero, como un perro, un gato o un ratón».

Las enfermedades de los murciélagos

Se ha estudiado en profundidad la rabia en los murciélagos y se ha observado que menos del uno por mil de ellos es portador de la rabia, así que es muy improbable que transmitan esta enfermedad a personas. «Basta con no cogerlo con la mano para no ser contaminado, porque realmente los murciélagos no atacan, no van a mordernos, son animales muy pequeñitos que llevarían las de perder si nos atacasen», ha subrayado.

Alcalde ha señalado que, con la pandemia, ha habido un debate científico sobre el origen de la enfermedad, porque «en murciélagos de China se ha encontrado un virus que es cercano evolutivamente al covid-19, pero realmente no se ha encontrado el coronavirus en ningún murciélago. Es posible que sea de un murciélago o de otra especie, todavía está en debate».

En la exposición organizada en Noáin se pueden conocer las particularidades de muchas especies de murciélagos como el de herradura, que chilla para tener ecolocalización a través de la nariz, no de la boca, o el de cueva, de alas estrechas y alargadas, capaz de volar a 70 km/h.

También hay imágenes de otros murciélagos como el ratonero forestal, que vive en las oquedades abandonadas por los pájaros carpinteros o el rabudo, el único cuyos sonidos de ecolocación son audibles por los humanos.

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