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Dime tu nombre y te diré cómo es tu forma de ser

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Hay estudios que revelan que el nombre puede marcar tu forma de ser y llegar a afectar a la personalidad del niño o niña que lo lleve.

Cuando un bebé va a nacer uno de los temas que más relevancia puede llegar a tener para los progenitores es el nombre que le van a poner. Y no es para menos.

Escoger el nombre adecuado para un futuro bebé es una responsabilidad que suele recaer sobre la madre y el padre en la mayoría de las ocasiones, y no se trata de algo baladí.

Antaño elegir un nombre para un bebé no resultaba tan complicado como en la actualidad, ya que normalmente mandaba la tradición y el nombre venía casi dictaminado por el nombre de los abuelos paternos y maternos, y en caso de familias muy numerosas, algún tío o tía.

Elegir el nombre

Hoy en día son cada vez menos las personas que a la hora de elegir un nombre ponen como prioridad seguir la estirpe familiar. Esto hace que, junto con la gran variedad de nombres de persona existentes en el mundo, se pueda complicar mucho el hecho de tomar una decisión.

Actualmente es posible poner a un bebé casi cualquier nombre que exista. Ya sea el nombre de un personaje de ficción, nombres coreanos o cualquier nombre que pueda tener un significado especial.

A pesar de ello, hay que recordar que en España existe una legislación a la hora de poner el nombre a una persona.

La ley establece una serie de limitaciones a fin de salvaguardar la dignidad del futuro bebé, y también para evitar confusiones. Estas limitaciones son:

  • No se pueden poner más de dos nombres simples o más de uno compuesto.
  • El nombre no puede ir objetivamente en contra de la dignidad de la persona, por lo que deben evitarse los nombres que resulten ofensivos o ridículos, ya sea por sí solos o combinados con los apellidos.
  • No se pueden repetir nombres de hermanos con idénticos apellidos. Solo se podría hacer en caso de que el hermano mayor que llevaba el nombre hubiera fallecido.
  • No se permiten los acrónimos.
  • El nombre no puede llevar a confusión en cuanto a la correcta identificación de la persona.

Nombre forma de ser

Y es que un nombre puede llegar a marcar mucho la personalidad de una persona, tanto por la forma en que lo perciben, y por tanto lo tratan, los demás; como por la autopercepción que puede tener uno mismo.

Un estudio dirigido por el psicólogo estadounidense Jean Twenge descubrió que las personas a las que no les gustaba su propio nombre tendían a adaptarse peor a su entorno.

Así mismo, una persona con un nombre considerado anticuado se percibe como menos atractivo para una gran mayoría de personas, por lo que las modas influyen a la hora de elegir un nombre.

La sonoridad del nombre, las modas y la familia son algo que los padres suelen tener en cuenta a la hora de elegir el nombre.

Pero también ocurre que, en nombres compuestos, se busque que sean nombres que combinen el uno con el otro. De esta manera, los nombres combinados pueden dar una solución salomónica cuando no existe un criterio unánime a la hora de escoger el nombre.

El nombre de una persona puede afectar a su forma de ser

En cualquier caso, los nombres que combinan con otro nombre pueden ser un modo práctico de que todos se sientan felices ante la elección del nombre, pero no hay que olvidar que también es importante que el nombre escogido combine bien con los apellidos.

Del mismo modo, hay que recordar que a pesar de que existen nombres de niño y nombres de niña, también hay nombres unisex, lo cual puede ser muy útil.

Sea como sea, cualquier persona es libre de cambiar su nombre por otro una vez llegada la mayoría de edad y bajo unas condiciones concretas, por lo que conocer los nombres existentes en los diversos países del mundo puede ser de gran utilidad para mucha gente.

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