José Mujica, expresidente de Uruguay, falleció este martes a los 89 años en Montevideo. Mujica, conocido por su humildad y su historia de vida única, será recordado como el hombre que cambió la pistola por la palabra y luchó por transformar la realidad de su país y del mundo. Durante su mandato presidencial, optó por vivir una vida sencilla, rechazando la residencia presidencial en favor de su chacra (granja) en el barrio de Rincón del Cerro junto a su esposa, Lucía Topolansky.
El legado de un hombre con causa
La vida de José Mujica estuvo marcada por la lucha, el compromiso y la coherencia. Desde joven, se unió a movimientos guerrilleros y vivió con la firme intención de cambiar el mundo. A lo largo de su vida, Mujica pasó de ser guerrillero a presidente, con una lucha constante por la justicia social, la igualdad y la paz. Sin embargo, tras su mandato, reconoció con humildad: «Quise cambiar el mundo, pero no cambié un carajo». A pesar de su autocrítica, Mujica alcanzó un grado de sabiduría que le permitió entender que el cambio empieza con lo más cercano, «De joven quería cambiar al mundo y ahora, la vereda de mi casa».
La historia de un presidente humilde
José Alberto Mujica Cordano nació en Montevideo el 20 de mayo de 1935, descendiente de vascos e italianos. Su vida estuvo marcada por la política desde joven. Militó en el Partido Nacional, pero fue en 1964 cuando se unió al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, participando en actividades guerrilleras. Tras ser arrestado y pasar casi 15 años en prisión, Mujica fue liberado con la restauración de la democracia en Uruguay en 1985. A partir de ahí, comenzó su carrera política, primero como diputado y luego como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca en 2005.
La política de la felicidad: Mujica como presidente
En 2009, José Mujica fue elegido presidente de Uruguay tras un proceso electoral que lo consolidó como líder del Frente Amplio. Durante su presidencia (2010-2015), destacó por su discurso sincero y su cercanía con la gente. Mujica defendió una política que ponía en el centro el bienestar humano, no solo el económico. «Nos estamos olvidando de que el desarrollo no puede ir contra la felicidad», expresó en la Cumbre de Río+20 en 2012.
La decisión de no vivir en el Palacio presidencial
Una de las características más notorias de su mandato fue su decisión de no mudarse a la residencia presidencial de Suárez y Reyes, sino quedarse a vivir en su chacra en Rincón del Cerro. En vez de rodearse de lujos, el presidente Mujica eligió una vida simple, cultivando flores con su esposa. Esta decisión reflejaba su humildad y su firme creencia en que los políticos deben estar cerca del pueblo y no por encima de él.
Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.