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¿Conoces el origen de la Batalla de Flores?

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La celebración de la tradicional Batalla de Flores en el paseo de la Alameda, supone el punto final de la Gran Fira de Valencia. Un mes de fiesta, en el que las plazas y las calles de la ciudad han sido las grandes protagonistas con un amplio programa de música, cultura y arte.

La Batalla de Flores se abrirá con un séquito encabezado por la Policía Municipal de gala y a caballo. Después, empezará la cabalgata valenciana, que consta de música de tabal y dolçaina, seguida de portadores de joyas y pomells, y de grupos de parejas ataviados con trajes antiguos.

A continuación, empezará el desfile de las carrozas y los coches ligeros. Después de una segunda vuelta en la que se entregarán los premios a las mejores carrozas y coches, se disparará una carcasa anunciadora.

Es en ese momento cuando de verdad empezará la Batalla de Flores, consistente en el intercambio de clavelones a modo de proyectiles entre las carrozas, los coches y el público, lucha que acabará con el disparo de una segunda carcasa.

A pesar de que la Gran Fira de València ha experimentado fases de decadencia y reestructuración, en las últimas décadas la Batalla de Flores ha conservado su preeminencia dentro de la Fira, porqué, además de clausurarla, ha mantenido viva buena parte de su antiguo espíritu popular. Es así como la Batalla de Flores ha sabido combinar la tradición ferial, el arraigo valenciano y la disposición al cambio, lo cual ha posibilitado que se conserve como el patrimonio festivo que es.

Representación fallera en las carrozas de la Batalla

Este año desfilarán un total de 32 carrozas que, como en ediciones anteriores, tendrán una amplia representación fallera. Concretamente desfilarán las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor.

Por otro lado, un total de diez carrozas llevarán a las 73 chicas y 73 niñas preseleccionadas para Fallera Mayor de Valencia 2024.

Origen Batalla de Flores

Introducida en 1891 por iniciativa de Pasqual Frígola, barón de Cortes de Pallás, empezó a celebrarse en el paseo de la Alameda, a imitación de unos combates lúdicos parecidos que se celebraban con gran esplendor en Niza, en la Costa Azul, durante sus fiestas de Carnaval, y que después también se exportarían a otras ciudades europeas y españolas.

Rápidamente, la Batalla de Flores se convirtió en el festejo más distinguido y a la vez popular de la Gran Fira, y se configuró como un gran hito social y espectáculo para el conjunto de la ciudad.

De hecho, la Batalla de Flores se mantuvo como uno de los principales actos festivos y sociales de la era dorada de la antigua Fira, que transcurre entre finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX.

 

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